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Ayrton Senna llega a los 60 años... como el dueño de equipo más influyente de la F1

(El 21 de marzo de 2020, Ayrton Senna habría llegado a seis décadas de vida y así nos imaginamos que sería si el 1 de mayo hubiera salido ileso del accidente en Imola)

A los 60 años de edad Ayrton Senna no deja de ser un rebelde en el paddock de la Fórmula 1. Todos callan cuando habla, todos escuchan, muchos no están de acuerdo.

El brasileño, dueño del equipo Senna Magic Motorsports, una vez más levanta la voz por la seguridad en las pistas. Ahora no es la renovación de los circuitos y el mejoramiento de los monoplazas como cuando sobrevivió por unos centímetros a morir en el espeluznante choque de San Marino en 1994, mismo que sirvió de despegue para la revolución hacia la F1 segura. Se trata de detener la temporada hasta que el Coronavirus esté controlado en el mundo.

A esta leyenda viviente no le importa que 2020 sea el año en que su asociación con Honda dé frutos para volver a ganar los títulos de constructores y pilotos, sabe que el riesgo de contagio el alto.

Senna, ocho veces campeón del mundo, tres con McLaren, cuatro con Williams y una con su escudería, antes de su primer retiro en 1999, es, como de costumbre la piedra en el zapato para la FIA, porque antepone la salud al deporte y ha retirado sus dos autos.

Y no puede ser de otra manera, hay que recordar que su hijo Aytonsinho, mejor conocido como ‘Seninha’ es el piloto número uno de la escudería de papá, y mamá Xuxa no le perdonaría nunca que expusiera el joven. Además Xuxinha, de 17 años está por debutar en la categoría, para ser la única mujer en la parrilla.

Desde que Senna creó su propia escudería en 2009, cuando compró por un dólar al equipo Honda Racing F1 y decidió volver por un año a correr para ganar el título, con el apoyo técnico de Ross Brawn y la dirección de Jo Ramírez, su nombre ha peleado con Ferrari, McLaren, Mercedes y Red Bull por la supremacía en el Gran Circo.

Tal vez su único “error” haya sido darle un asiento a su sobrino Bruno en 2010 para acompañar a su estimado Rubens Barrichello, pero sin Honda como proveedor de motores había sido muy difícil. Ayrton salió caminando aquel 1 de mayo de 1994 del Williams, pero la telemetría indicaría que la barra de la suspensión estuvo a cinco centímetros de matarlo. Ese hecho, fue tomado por Senna como una señal divina de que tenía que cambiarse la F1, ser segura.

Pero no sólo fue el apóstol de la seguridad, también arrasó en el Williams de 1994 a 1997 y se dejó una marca de 101 Grandes Premios ganados y 141 Pole Positions.

Es muy probable que la dinastía Senna vuelva a reinar en la F1, ahora con el vástago de ‘Magic’ o ¿por qué no? con la joven Xuxinha, pero primero tendremos que esperar a que la pandemia ceda su paso a los bólidos en las pistas.