Praga -- Una de las competencias más pintorescas del planeta es sin dudas el Maratón Internacional de Praga, que se celebra habitualmente cada mes de mayo en la ciudad capital de la República Checa.
Fundada en 1995, esta maratón ha crecido enormemente, al punto de convertirse en una de la más prestigiosas del mundo. Este desarrollo y su prolija organización le valieron el status de “Gold Label” otorgado por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), distinción de la que sólo gozan unas 20 competencias a lo largo y ancho de los 5 continentes.
Los 42k de Praga son conocidos como “el maratón más internacional del mundo”, ya que estadísticamente los locales son sólo un 33% en cada edición. Los dos tercios restantes de los cupos son tomados por competidores de diferentes países. En este sentido hay un dato que no es menor: en sus últimas ediciones contaron 55 nacionalidades diferentes.
Además de la belleza del circuito que atraviesa el casco histórico de la antigua ciudad, fundada en el Siglo IX, hay otro punto que atrae a muchos maratonistas: la posibilidad de bajar marcas personales. La Maratón de Praga es la séptima más rápida del mundo, con un record histórico registrado por el keniata Eliud Kiptanui con 2:05:39 en 2010 por el lado masculino, y su compatriota Lydia Cheromei con 2:22:34 al año siguiente, entre las damas.
El Maratón de Praga no es sólo una carrera de 42k. Se lleva a cabo durante un fin de semana completo y comprende varios eventos, incluyendo además un Minimaratón de 4.2 km, una caminata de 2 km, y una carrera de rollers de 6,5 kilómetros.