A pesar de no ser de las más comunes, una de las afecciones más temidas por los corredores es la bursitis trocantérea o trocanteritis. Esta lesión generalmente suele aparecer debido a la fricción constante del músculo tensor de la fascia lata, ubicado en la parte lateral y superior del muslo, al pasar por encima de la bolsa trocantérea en los movimientos de flexo-extensión de la cadera. Este ocurre también en el movimiento que se realiza al pedalear, por lo que suele afectar mucho más a ciclistas y triatletas.
En cuanto a sus síntomas, la trocanteritis se caracteriza por un dolor en la cadera que puede extenderse hasta la mitad de la pierna. Puntualmente el foco se produce sobre la parte superior del fémur en la cara lateral de la cadera, y se puede percibir apretando en un punto específico alrededor del trocánter mayor. Normalmente, este dolor aumenta al estirar la pierna, así como al caminar o realizar actividad física, y se detiene cuando se está en reposo.
El fuerte dolor se produce por la inflamación de la bursa, una bolsa cerrada llena de líquido que funciona como superficie de amortiguación y deslizamiento para reducir la fricción entre los tejidos del cuerpo. Cuando la bursa se inflama, el cuadro clínico se llama bursitis. El ejercicio intenso y la sobrecarga muscular que esto genera suele ser la causa más común de esta lesión, a la que se unen otros factores como problemas mecánicos debidos a una pisada deficiente, y el acortamiento de una pierna respecto de la otra.
Ante la aparición de estos síntomas, lo primero que debes hacer es consultar a un especialista para que realice el correcto diagnóstico y te indique los tratamientos a seguir, que en general incluyen reposo en un principio para luego volver gradualmente a la actividad cuando el médico lo autorice. Además, se suele indicar aplicar frío a la altura de la cadera donde esté el punto más doloroso, realizar sesiones de kinesiología, y evitar las actividades de impacto mientras persista el dolor.
¿Alguna vez sufriste este dolor?