Aunque sin escándalo, otra vez, una final entre Boca y Racing se definió a favor de la Academia y con polémica: ¿fue penal la mano de Gonzalo Sández?
La Supercopa Internacional estaba empatada 1-1 sobre el final del tiempo regular, cuando un centro de Johan Carbonero cruzó el área xeneize, la recibió Jonathan Gómez por derecha, remató y Sández, en su afán de bloquear, fue al suelo y la pelota le dio en la mano de apoyo, rebotó en el atacante albiceleste y volvió a pegar en la otra mano del defensor, que la levantó para cubrirse la cara.
El árbitro Fernando Rapallini ni dudó y cobró penal. Todos los jugadores de Boca se le fueron encima para reclamar el fallo, mientras el VAR repasaba la jugada. Tras algunos minutos, la tecnología le dio la razón al juez principal.
Gonzalo Piovi tomó la responsabilidad y marcó el gol del 2-1, con varios minutos pasados del tiempo cumplido.
Esta vez, a diferencia del Trofeo de Campeones pasado, no hubo escándalo ni expulsiones, pero de nuevo, el título de la Racing frente a Boca queda marcado por la polémica.