La final de la CONMEBOL Libertadores pondrá frente a frente al goleador y al mejor arquero del certamen. Ambos son argentinos, experimentados y buscan hacer historia en dos gigantes de Sudamérica: Germán Cano, el "killer" de Fluminense y Sergio Chiquito Romero, "el escudero" de Boca Juniors.
Sergio tiene 36 años y en su historia ha enfrentado desafíos enormes. Además de ponerse los guantes en la Premier League para Manchester United, fue protagonista de uno de los grandes hitos de la historia de la Selección Argentina, justamente en tierras brasileñas. En las semifinales de la Copa del Mundo 2014 protagonizó un intercambio memorable con Javier Mascherano, que vaticinó que se convertiría en "héroe" ante Países Bajos tras detener los penales de Vlaar y Sneijder.
Luego de esa noche inolvidable, tuvo que soportar el trago amargo de perder la final contra Alemania en el Maracaná, estadio al que justamente volverá para intentar conseguir junto a Boca Juniors la tan preciada Copa Libertadores.
Romero se ganó su lugar en el once xeneize con jerarquía y esfuerzo, después de ponerse a punto tras una lesión en su rodilla, y se transformó en el refuerzo más determinante de la era de Riquelme como dirigente del club. Chiquito fue indispensable para conseguir el boleto al partido definitivo contra Fluminense, aumentando sus grandes estadísticas.
El guardameta misionero detuvo más de la mitad de los penales que le dispararon desde que se calzó el buzo de Boca. Además de sus actuaciones en las tandas de penales de la Copa Argentina (ante Almagro y Talleres), fue figura indiscutida en los octavos de final de la Libertadores ante Nacional, en cuartos ante Racing y en las semifinales ante Palmeiras.
En el cruce con el Verdao, no solamente se lució deteniendo los tiros desde los doce pasos, sino que también tuvo intervenciones decisivas en los 90 minutos ante los disparos de Mayke, de Zé Rafael y el cabezazo y la chilena de Rony, que salvaron a un Boca debilitado por la expulsión de Marcos Rojo.
Para torcer la historia y conseguir la primera Copa Libertadores para Flu estará Germán Cano, el máximo artillero de la Copa, que tiene 35 años y 14 goles en esta edición (máxima cifra para un futbolista en el siglo XXI).
El oriundo de Spegazzini hizo inferiores en Lanús, pero cuando llegó su momento en Primera quedó en las sombras de un goleador histórico para el Granate: José Pepe Sand. Sin lugar el Sur, pasó por Colón y Chacarita, hasta que abandonó el fútbol argentino y forjó su carrera en otra parte del continente. Se consolidó en Colombia, con la camiseta de Deportivo Pereira y comenzó a dar pistas de su vocación de rompe redes: hizo 10 goles en los 18 encuentros y estuvo cerca de nacionalizarse en el país donde su hijo nació.
Sin embargo, tras pasar por el fútbol mexicano, llegó a Brasil para dar el gran salto. Pasó por Vasco da Gama y finalmente aterrizó en Flu donde sus números explotaron.
Sus espectaculares estadísticas hicieron que su nombre se mezclara con el de otros artilleros como Kylian Mbappé, Lionel Messi y Erling Haaland (máximos goleadores mundiales de los últimos dos años). Cano fue el máximo goleador del Brasileirao en la última temporada y está a punto de conseguir el mismo reconocimiento en la actual Copa Libertadores (le sacó 5 de distancia a Paulinho y todavía le resta un partido).
Cano se transformó en garantía absoluta de gol para el aspirante brasileño: hizo seis en la fase de grupos, tres en cuartos de final y tres en semifinales. Rebotó en las portadas de los diarios argentinos por convertirle a River un hat-trick y por participar en tres de cuatro de los tantos de Fluminense para la remontada ante el Inter de Porto Alegre de Chacho Coudet y Gabriel Mercado (anotó en la ida, en la vuelta y asistió a Kennedy para la estocada final).
La abrumadora efectividad de Cano intentará vencer al dueño de los guantes de Boca Juniors y la cita será este sábado 4 de noviembre en el legendario estadio carioca.