Talleres y Rosario Central protagonizaron un gran primer tiempo en Córdoba, por la tercera fecha de la Copa de la Liga, con el conjunto local sacando provecho de su efectividad en ataque.
El equipo de Walter Ribonetto, que metió tres goles en igual cantidad de remates al arco, se adelantó a los 13 minutos, merced a una exquisita definición de Rubén Botta, quien recibió un gran pase de Marcos Portillo y, de espaldas a Fatura Broun, inventó un "falso taco" para sacarse de encima al arquero y anotar el 1 a 0.
Los dirigidos por Miguel Ángel Russo se acercaron al empate, pero chocaron en reiteradas ocasiones con las grandes respuestas de Guido Herrera, hasta que un evitable penal de Botta le dio a Maxi Lovera la posibilidad de estampar el 1 a 1. El volante la clavó en el ángulo y convirtió para el Canalla, que en la etapa inicial tuvo seis disparos a puerta y siete córners.
Sobre el final del primer tiempo, Talleres, reponiéndose de la lesión del paraguayo Blas Riveros, volvió a adelantarse por su reemplazante, Juan Rodríguez, que ganó de cabeza tras un gran centro de Botta y, larga revisión del VAR mediante, festejó en el Kempes.
Pero a esta etapa le faltaba una emoción, y llegó con una particularidad: el asistidor. Herrera, la gran figura de la noche, sacó largo y dejó solo a Ramón Sosa, luego de una falla defensiva en el cabezazo. El paraguayo fusiló a Broun y aumentó la ventaja de la T, aunque preocupó a todos con su festejo, al lanzarse sobre el césped y quedarse clavado con sus rodillas.
Afortunadamente, Sosa se levantó y continuó jugando sin inconvenientes, cerrando un primer tiempo de locos en Córdoba.
El complemento, con menos emociones, contó con un verdadero golazo de Matías Catalán, que dejó pintado a Carlos Quintana con un caño y venció a Broun en el mano a mano para el 4 a 1. Pero de no ser por Fatura, clave en el ST, la goleada podría haber sido más abultada... Talleres suma 6 puntos, contra los 2 de Central, el vigente campeón.