Miércoles con triple acción en la Copa Argentina. Y el primer cruce tuvo mucha polémica. Deportivo Riestra derrotó 1-0 a Comunicaciones en la cancha de Temperley, en los 32avos. de final, gracias a un controvertido penal sobre la hora.
En el debut en la Copa Argentina, en una tarde de muchísimo calor, el equipo ganador fue visto desde la platea por Cristian Fabbiani, quien reemplaza a Matías Módolo y es oficialmente ahora el nuevo técnico del Malevo.
El conjunto ascendido a Primera División dio un gran paso, aunque muy polémico. El partido estaba igualado sin goles, pero el árbitro Joaquín Gil, a los ocho minutos de los nueve que agregó a los 90 reglamentarios, sancionó un tiro penal muy discutido.
El técnico de Comunicaciones y los suplentes se metieron en la cancha a cuestionar la decisión del referí y el partido estuvo detenido varios minutos. A los 104, Nicolás Benegas se hizo cargo del disparo desde los 12 pasos y anotó el 1-0 final.
La polémica comenzó cuando el árbitro dio seis minutos más. Cumplido ese tiempo, agregó tres más y llegó el cuestionado penal. Hubo mucha bronca en el Cartero y, de hecho, Ezequiel Segura, el presidente de Comunicaciones, fue durísimo en Radio La Red.
“Lo que pasó es una vergüenza. Me habían dicho que este árbitro era peligroso y hoy lo comprobé. En el país de los campeones del mundo, este árbitro no puede dirigir más. Que se compre una chacra con lo que le dieron y no dirija más”, dijo.
“Esto no puede pasar más en el fútbol argentino. Beligoy se tiene que hacer cargo. Los dirigentes del ascenso me dijeron que este juez era un sicario. No se puede designar a este árbitro para este partido. Estaba seguro de que íbamos a penales. Después adicionó tres minutos más y cobró una falta en mitad de cancha. Son profesionales de esto, saben cómo perjudicarte”, agregó, muy dolido.
Gonzalo Bravo, el jugador que recibió la supuesta falta en el área, afirmó: "Sentí el contacto, me chocan de atrás". Lo concreto es que Riestra aprovechó la pena máxima y sacó boleto a la siguiente ronda de la Copa Argentina, ante la bronca de todos los rivales.