Boca Juniors y Racing Club volverán a encontrarse este sábado en La Bombonera por la Liga Profesional, en un clásico que llega atravesado por emociones encontradas, tensiones dirigenciales y urgencias deportivas. El duelo por la cuarta fecha del Torneo Clausura 2025 no será uno más: será un punto de inflexión para dos equipos grandes que buscan claridad en medio de escenarios muy distintos.
La pasión los une, el presente los separa
Hay algo que une a Boca y Racing más allá del resultado: la pasión. Dos hinchadas multitudinarias, una historia con más de 120 años de rivalidad y el peso de los escudos que se cargan a la espalda. Pero esa igualdad emocional se desdibuja al observar los contextos: mientras Racing transita un presente de crecimiento, con la disrupción que significó la partida de Maxi Salas a River que, según Gustavo Costas, "dividió todo", Boca vive una crisis cada vez más profunda, con Miguel Ángel Russo en la cuerda floja y Juan Román Riquelme como foco de las críticas institucionales.
La Academia ganó tres de los últimos cinco clásicos ante el Xeneize, y se posiciona como un equipo competitivo, incluso en medio de lesiones y rotaciones. Boca, en cambio, todavía no logró sumar de a tres en el Clausura y arrastra una racha histórica sin victorias. El equipo no responde, los referentes están cuestionados y el termómetro en La Bombonera amenaza con estallar si el resultado vuelve a ser adverso.
La presión de la Bombonera y la cuenta regresiva para Russo
Boca llega al clásico envuelto en un clima pesado. Sin respuestas futbolísticas ni conducción clara dentro del campo, el equipo de Russo es una mezcla de nombres, frustraciones y urgencias. Leandro Paredes, símbolo del medio, no logró desnivelar la balanza a favor, y figuras como Miguel Merentiel o Edinson Cavani aún no marcaron en el torneo. La paciencia de los hinchas está al límite.
Una derrota en casa ante Racing podría marcar el final del ciclo Russo. Por eso, los primeros minutos del partido serán vitales: si la Bombonera se enciende, puede impulsar al equipo. Pero si se impacienta, puede convertirse en ina carga insoportable.
Racing, entre la rotación y la ilusión
Gustavo Costas enfrenta otro tipo de dilemas. A solo horas del duelo de ida ante Peñarol por los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores, el DT deberá decidir si apuesta todo en La Bombonera o si reserva nombres pensando en Montevideo.
Las bajas complican: Gabriel Arias, Santiago Sosa, Gastón Martirena y Bruno Zuculini arrastran molestias, aunque algunos podrían reaparecer. Luciano Vietto y Santiago Solari volvieron a entrenarse con normalidad, y Maravilla Martínez, ausente por suspensión ante Deportivo Riestra, sería titular.
La seguidilla apremia: tras Boca, vendrán Tigre y la revancha contra Peñarol. Costas no ocultó su malestar por el cronograma y dejó una frase picante: "Boca no quiso jugar el viernes". Desde el Xeneize lo niegan, pero el descontento racinguista es real. Vélez, por ejemplo, sí jugará su partido el jueves antes de su cruce internacional.
Estadísticas engañosas, duelo real
Boca y Racing tienen números similares en el Clausura: un gol a favor, dos en contra y un promedio de 57% de posesión. Pero el volumen de juego es otro cantar. La Academia mostró mejores momentos, incluso sin alcanzar su techo, mientras que Boca aún no encuentra una forma reconocible.
El mediocampo será el termómetro del clásico: Paredes, Alarcón y Delgado por un lado; Sosa, Nardoni y Zuculini por el otro. Si alguno logra imponer condiciones, podría inclinar la balanza en un partido que se proyecta cerrado.
Y como siempre en los clásicos, los detalles importan. Un destello de Merentiel, un gol de Cavani, o una aparición de Maravilla Martínez podrían romper el molde.
Una historia con peso y herida abierta
Racing es el rival que más veces enfrentó a Boca desde que Riquelme asumió la presidencia. En ese ciclo, la Academia domina el historial reciente: 6 triunfos, 6 empates y solo 3 derrotas en 15 partidos. Además, los de Avellaneda se quedaron con las dos finales directas: el Trofeo de Campeones 2022 y la Supercopa Internacional 2023.
Sin embargo, en Libertadores la historia favoreció a Boca: eliminaciones a Racing en 2020 (con Russo como DT) y 2023 (por penales). En el profesionalismo, Boca manda en el historial general: 94 victorias, contra 74 de Racing y 52 empates. En goles, también lidera: 316 a 283. Y en La Bombonera, la localía fue decisiva: 42 triunfos xeneizes, 24 racinguistas y 30 empates.
El último cruce fue en febrero de este año, en el Cilindro, con victoria académica 2-0. Este sábado se escribirá otro capítulo.
Boca-Racing, un clásico bisagra
La Bombonera será el escenario de un clásico que puede marcar el rumbo para ambos. Para Boca, un triunfo traería aire, calma y esperanza. Una derrota, en cambio, podría desatar una tormenta sin retorno. Para Racing, es una oportunidad de seguir creciendo, de sostener el dominio reciente y de alimentar una ilusión que no se apaga.
Los clásicos igualan desde la pasión, pero este los separa desde el presente. Y eso, en el fútbol argentino, es mucho decir.
