Ronaldinho cumple 40 años el sábado. La fiesta es melancólica: el as que se ha convertido en un ídolo de generaciones gracias a su arte futbolístico permanece detenido en una penitenciaría en Asunción, Paraguay.
Con la pelota a sus pies, Ronaldinho hizo magia. Pudo dejar a los fanáticos boquiabiertos incontables veces, a veces con maniobras imposibles, a veces con pases increíbles y aún con goles maravillosos.
Veamos tres momentos donde Ronaldinho conmocionó al mundo con su habilidad, hasta obligando a los hinchas del rival de turno brindar una merecida ovación después de una actuación deslumbrante.
Su debut en la selección de Brasil
Ronaldinho jugó su primer partido para el equipo nacional el 26 de junio de 1999, contra Letonia, en un partido amistoso jugado en Arena da Baixada en Curitiba, sede del Club Athletico Paranaense. Luciendo la camiseta con el número 7, y con tan solo 19 años, Ronaldinho participó en el gol de Alex en el triunfo de la verdeamarelha por 3-0.
Cuatro días después, en la primera ronda de la Copa América, la selección, bajo las órdenes del legendario entrenador Vanderlei Luxemburgo, Ronaldinho comenzó en el banco de suplentes. Ingresó en la segunda mitad, en el lugar de Alex, a los 72 minutos. El marcador estaba 4-0 en en el estadio 3 de Febrero de Ciudad del Este, Paraguay. El partido terminaría 7-0 sobre Venezuela.
A tan solo 3 minutos de ingresar a la cancha ...
La obra comienza con el defensor Antônio Carlos, que se envía un pelotazo a larga distancia a Cafú a la derecha. Casi en la línea de fondo, el balón le llega a Ronaldinho, entrando en el área. La pelota rebota, Ronaldinho la baja, dominándola con la rodilla y, sin dejarla caer, elevó el balón con un sombrero por encima del defensor venezolano José Manuel Rey. Ronaldinho se queda frente al portero Renny Vega y casi sin ángulo, envía el balón al fondo de la red. Un gol espectacular.
Golpes y más golpes en el aire, una sonrisa plasmada en su rostro. Llegó Ronaldinho Gaucho.
Inglaterra 1 x 2 Brasil
21 de junio de 2002, Mundial Corea/Japón, cuartos de final, Inglaterra x Brasil.
Inglaterra puso el 1 a 0 a los 23 minutos de la primera mitad. El defensor Lúcio perdió su posición en el fondo momentáneamente y apareció Michael Owen para sentenciar el primero, dejando al meta Marcos sin posibilidad.
Iguala Brasil en el descuento de la primera mitad. David Beckham pierde un balón dividido con Gilberto Silva, a la derecha del ataque inglés. Roque Júnior la recupera en el medio. Kleberson se quita a Paul Scholes y Ronaldinho se apodera del balón y envía un pase a Rivaldo que con un tiro cruzado pone el 1 a 1.
Y le llegó el turno a Ronaldinho de sorprender al mundo a los 4 minutos de la segunda mitad, Kleberson y cinco brasileños se meten en la zona con ocho ingleses en la marca, además del portero David Seaman. Todos quedan posicionados en el centro del área chica. ¿Qué hace el mago? Corre hacia la pelota y hace lo inexplicable. La pelota sube, Seaman da un pequeño paso hacia adelante, antes de darse cuenta de que la pelota todavía está en el aire. Da dos pasos hacia atrás, con el brazo izquierdo levantado, y nada pudo hacer. El estadio con 47,436 mil personas citadas en el estadio Ecopa en Shizuka, Japón, está en delirio.
¿Suerte? ¿Categoría? Ronaldinho explicó la magia recientemente a ESPN Brasil. "Lo pateé, pero se suponía que no debía ir a donde estaba. Pero gracias a Dios lo fue. Era para ir al primer palo, pero tomó la curva y lo engañé [Seaman]. La intención era ir hacia el meta, pero no donde cayó ", dijo, entre risas.
Aplausos en la casa del rival
19 de noviembre de 2005 fue el día en que el Real Madrid se entregó a la principal estrella del eterno rival, Barcelona.
Ronaldinho corrió todo el partido, de principio a fin. Curiosamente, el brasileño no participó en el primer gol del Barcelona. Lionel Messi, sí, un joven Messi, despegó de la mitad de la cancha por el sector derecho y pasó a Samuel Eto'o, con un pique, a la Romário, para abrir el marcador.
Regateando y pasando a un lado, fue en la segunda etapa que el Ronaldinho Gaucho se robó el espectáculo. A los 14 minutos, recibió el balón por el sector izquierdo, todavía detrás del mediocampo. Ronaldinho despegó y dejó a Sergio Ramos sobre el terreno de juego. Una vez dentro del área, cortó por la mitad y dejó a Ivan Helguera desconcertado. Roberto Carlos se arrojó, pero ya era demasiado tarde. La pelota ya estaba en la esquina derecha en el fondo de la red, mientras miraba un estático Iker Casillas.
18 minutos después, un nuevo espectáculo. De nuevo, a la izquierda. Esta vez, en el medio. Esta vez, incluso con más velocidad. Guti estaba pensando en duplicar el marcador cuando, con un toque, Ronaldinho ya estaba por delante de un Helguera completamente perdido. Un toque y un tiro cruzado. Barcelona 3 a 0.
Lo que se vio a continuación fue una escena aún más cinematográfica: desde las gradas de un abarrotado Santiago Bernabéu, los fanáticos del Real Madrid, de pie, aplaudieron la magia del brasileño. Una reverencia única y especial al astro.