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Messi por fin vence a Buffon, y por partida doble

BARCELONA -- Gianluigi Buffon bromeaba a menudo con su condición de imbatible para Lionel Messi después de que el argentino no le hubiera logrado batir en los tres partidos oficiales en que se habían enfrentado con Barcelona y Juventus. Y no, con Messi no se bromea.

Leo mantiene una buena relación con el legendario portero italiano, pero es un depredador futbolístico y a cada vez que leía o escuchaba la cancioncilla de su impotencia con el meta de la Juve debía sumar y sumar ganas de acabar con ella. Y se acabó. De sopetón, la broma del italiano pasó a los libros y dejó de tener cualquier validez.

Buffon recibió ración doble de Messi. Primero para romper el empate cuando se llegaba al descanso del partido, tras una combinación con Luis Suárez que sentenció con un disparo raso y cruzado, y después, en el minuto 69, para dejar plantado al meta con un disparo a pase de Iniesta junto al palo izquierdo del meta.

La historia dirá que el veterano portero italiano es el número 138 en la lista de porteros víctimas de Leo Messi, quien volvió a ponerse su mejor vestido futbolístico para dirigir a un Barça especialmente motivado para contestar a esa Juventus que le eliminó en los cuartos de final de la pasada temporada.

Messi, inmortal, abrió la muralla juventina cuando los nervios podían acudir al plano en el Camp Nou y antes de lograr el 3-0 fue trascendental en el 2-0 anotado por Rakitic, con una internada marca de la casa por la banda derecha del ataque azulgrana.

Antes del gol del croata se pudo ver su nivel de implicación en un partido especial por la tarjeta que, víctima de sus ganas, recibió después de pedir de forma ostensible la amonestación para un rival y llegar a rozar al árbitro. Le enfadó más aún esa cartulina amarilla... Y dos minutos después convirtió esa rabia en la jugada del 2-0.

Messi no toca el piano --ni falta que le hace-- porque su arte traspasa cualquier duda en el mundo del deporte. Empeñado en hacer historia contra toda lógica, el argentino completó una nueva maravilla para demostrar a la Juventus y al fútbol en general que su figura no puede, nunca, ser tomada a broma.

Por cierto, Messi acumula en este inicio de temporada con el Barcelona siete partidos en los que ha marcado ocho goles, un penalti fallado y seis remates más a la madera. Messi en estado total.