El PSG celebró una nueva fiesta en el Parque de los Príncipes el martes y el Manchester City asaltó Nápoles el miércoles. Los dos clubes puestos en el escenario por muchos, todos los que critican su gasto desmedido en el mercado, se han convertido en los intocables de la Champions, sumando todos los puntos y catapultándose no solo a los octavos de final, sino confirmándose como favoritos.
Por detrás de su brillantez destacó el horroroso estreno del Real Madrid en Wembley, el frenazo que sufrió el Besiktas o el que padeció el Barça en Grecia... Claro que nada comparable al hundimiento del Atlético de Madrid, que dejó otro empate frente al Qarabag que prácticamente lo eliminó del torneo.
Desde luego, fue una jornada para olvidar en lo que a los equipos madrileños se refiere.
GRUPO A. El joven gafado.
El Manchester United enlazó su cuarta victoria y adquirió su billete virtual para los octavos derrotando a un Benfica que se despide de Europa de mala manera. Y colocando, otra vez, en el escenario a su joven portero, Svilar, que después de rechazarle un penalti a Martial, tuvo la mala fortuna de marcarse un autogol tras disparo de Matic. Basilea o CSKA le acompañarán, manteniendo mínima ventaja el equipo suizo. Aunque dejando escapar una ocasión de oro.
GRUPO B. La diversión está en París.
Un hat-trick de Kurzawa, el primero de su carrera deportiva, dirigió otra goleada del PSG, que aplastó al peor equipo de la Champions, el Anderlecht, y concretó a lo grande su clasificación para los octavos de final. Le acompañará el Bayern, a quien le dio el triunfo en Glasgow Javi Martínez, con sangre, para dejar, se supone, hasta la última jornada el orden entre ambos.
GRUPO C. Depresión colchonera.
El Atlético de Simeone no está a la altura de la majestuosidad de su estadio y ante el debutante Qarabag comenzó a despedirse de una Champions que le ha venido grande desde el primer día. Ni ganando los dos últimos partidos tendría bastante para superar una fase de grupos que está llamada a provocar el primer gran fracaso de la era Simeone. A la sombra de lo ocurrido en el Metropolitano, sin embargo, no debe olvidarse el barrido que sufrió el Chelsea en Roma y que deja en mala posición a Antonio Conte.
GRUPO D. Sin puntería.
El Barça se quedó a cero por segunda vez en la temporada y por primera desde el 16 de agosto. No pasó del empate en Grecia aunque dio un paso que se aventura definitivo hacia los octavos de final tras un partido plano y sin gracia. Pero que pudo y debió ganar. Se estrelló ante Proto y no logró así sumar cuatro victorias consecutivas en la fase de grupos por primera vez desde 2002.
GRUPO E. Despertar en el Pizjuán.
Aplastado en Moscú, el Sevilla recuperó el ritmo y la segunda posición imponiéndose a un defensivo Spartak que apenas si se acercó a la meta de Rico. El equipo de Berizzo recibirá ahora al Liverpool, que derrumbó al Maribor en la segunda mitad sin la presencia de Coutinho, en la pelea por la primera plaza… Sin perder nadie, por si acaso, la mirada en la tercera.
GRUPO F. Espectáculo en San Paolo.
Impecable como el PSG, el Manchester City asaltó en San Paolo a un Napoli que no perdía en su estadio desde que le venciera, y eliminase, el Real Madrid en el mes de marzo. Los de Guardiola cerraron su pase a los octavos en un partido enorme y peleado hasta el final. Aunque aún no agarraron la primera plaza definitiva a la espera de su partido frente al Shakhtar. El Napoli ya dijo adiós.
GRUPO G. Estambul aplaza la fiesta.
El Besiktas roza la clasificación. Pero no la tiene todavía en la mano después del empate frente a un Mónaco que se quedó colgado de un improbable milagro. Los turcos, sin embargo, no deberán olvidar que el año pasado se dejaron el pase en la última jornada y que ahora podrían jugárselo, quizá, en Alemania y ante un Leipzig que no se rinde todavía a pesar de la derrota en Do Dragao ante un Porto que sufrió para recuperar la segunda posición.
GRUPO H. Hundimiento en Wembley.
El Real Madrid se despidió, prácticamente, de la primera plaza después de ser avasallado por el Tottenham en lo que fue su presentación en Wembley. Vigilando a Harry Kane, al campeón le derrumbó Pochettino con una lección de fútbol y estrategia de la que no pudo escapar el equipo de Zidane ni tras su tardío despertar. A pesar de ello, el pase de ingleses y españoles está fuera de toda duda.