Colo Colo volvió a manifestar incertidumbre en el Campeonato Nacional, esta vez ante Coquimbo Unido en un deslucido empate 0-0 en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso.
Dentro de las conclusiones que se pudieron sacar en ese duelo, se destaca la estadística de la posesión de balón, con un 75 por ciento para los Albos, pero con pocos remates al pórtico rival: solo 6 y dos de ellos con destino a gol.
Precisamente, el volumen ofensivo y la eficacia es lo que ha estado al debe en la versión 2024 del equipo dirigido por Jorge Almirón, con un registro de escasez anotadora que iguala los peores de las últimas décadas para el club, en un arranque con más dudas que certezas.
La última conversión para el Cacique fue ante Huachipato con un tanto del argentino Matías Moya y, desde entonces, acumulan 189 minutos sin festejos.
Cabe destacar que Moya juega por la banda y que los otros goleadores de Colo Colo han sido Carlos Palacios, Maximiliano Falcón, Esteban Pavez y Daniel Gutiérrez. Por lo tanto, los centrodelanteros del equipo siguen en deuda. Ni Damián Pizarro, ni Guillermo Paiva han podido decir presente en las redes.
Con estos antecedentes, el conjunto de Pedrero ha cosechado un pobre promedio de apenas un gol por partido, siendo el inicio ante Unión Española (triunfo 3-0) su mejor actuación.
Estas cifras se emparejan con las peores para un inicio colocolino en un torneo desde 2004, cuando en aquel año y tras cinco jornadas, solo anotó tres tantos. En el Apertura 2011, 2013 y 2016, así como en Campeonato Nacional de 2016 y 2020, también conquistaron solo dianas goles en igual número de fechas.
En la presente campaña comenzó con cinco goles a favor, pero, en tres de los cotejos, los Albos se fueron en blanco: el empate ante Coquimbo, la derrota frente a O'Higgins en Rancagua y la caída más reciente en el Superclásico frente a Universidad de Chile.