<
>

La redención de Candelo en Nacional: golazo e ilusión de título

Yerson Candelo levantó su nivel en cuadrangulares y con un golazo de mitad de cancha ante Tolima le dio emoción a una final que lidera Atlético Nacional 3-1. “Nos encarrila por la estrella 17”, dijo el lateral.

Un autogol en el segundo partido por las semifinales del Grupo A, presagió lo peor en el Atanasio Girardot. El infortunio le tocó justo a él, cuando Nacional sometía a Millonarios. A los 13’ empujó la pelota de cabeza en el 0-1 y puso a su equipo a trabajar extra para rescatar un punto frente al rival directo.

De inmediato se limpió las heridas. Fue al frente con sus convicciones de ataque y sus limitaciones en defensa. Encontró redención con la pelota. Fue la figura de la primera final en la que el equipo verdolaga otra vez remó de atrás para dar vuelta al resultado.

Candelo fue valiente en la adversidad ante Tolima en Medellín. Intentó por la banda en su función natural o por el medio, casi de interior para darle más profundidad a Daniel Mantilla cuando atacó por la derecha.

Impulsó el empate a través de una conexión entre laterales en campo rival. Atendió las recomendaciones del cuerpo técnico sobre los puntos flojos del portero Alexander Domínguez. “Sabíamos de sus dificultades”, explicó. Le pidió el pase a Danovis Banguero y remató desde 35 metros con un derechazo imposible para el arquero. El rebote lo tomó Banguero para el 1-1.

También fue solidario. Recuperó siete veces la pelota. De esa manera rompió el empate, justificado por el orden de Tolima. En posición de medio centro presionó a Yohandry Orozco, le robó el balón y desde la mitad de la cancha confirmó las sospechas sobre Domínguez. Le hizo el gol del año.

“Contamos con un cuerpo técnico muy analítico, sabíamos en donde podíamos sacar ventaja en el arco contrario, si bien el primer gol llegó en una situación similar, rematar de media distancia...y sale el segundo, un gol increíble que nos encarrila a ser fuertes para esta estrella 17 que tanto anhelamos”, declaró.

Dio 32 pases buenos de 39, ganó dos duelos de tres, desequilibró con sus disparos al arco y salió aplaudido por su compromiso en la final del Atanasio.

“Siento mucha alegría y mucha tranquilidad. Nos queda recuperarnos. Hay que tener mucha fortaleza porque el partido en Ibagué será muy difícil”, concluyó.

Le resta el partido definitivo. Su rendimiento ilumina a Nacional.