Se cumple un nuevo aniversario de la llegada de James Rodríguez a Real Madrid en una transferencia que sacudió al fútbol colombiano. El volante aterrizó en Madrid un 22 de julio de 2014 tras hacer un Mundial descomunal y se ganó la confianza de la directiva del equipo más grande de Europa, que apostó por él.
Fue una historia con muchos altibajos. James venía de una presentación memorable en Brasil 2014 anotando golazos y haciendo jugar a una Colombia que alcanzó los cuartos de final de la competencia. Su actuación llamó la atención del Madrid, que pagó 75 millones a Mónaco para hacerse con los servicios del cucuteño, quien además tuvo el placer de lucir la '10'.
En esa primera temporada, James tuvo una continuidad de lo hecho en el Mundial y, con Ancelotti en el banco, demostró lo que podía hacer dentro del campo de juego. Anotó 17 goles, repartió 18 asistencias en 46 juegos y también se coronó en la Supercopa ante Sevilla y del Mundial de Clubes. Aportó dos asistencias en la serie ante Juventus de semifinales de Champions, donde los italianos avanzaron para luego caer ante Barcelona. Una fractura del quinto metatarsiano lo dejó fuera de acción durante varias semanas a inicio de 2015, año en el que Ancelotti se marchó para la llegada de Rafa Benìtez, enemigo público número uno del cucuteño y a quien volvería a ver en Everton unos años después.
En 2015/16 James bajó su rendimiento. Jugó 32 partidos, anotó ocho goles y dio diez asistencias. Su relación con el DT de turno fue desgastándose y eso se trasladó a los minutos que le daba dentro del rectángulo de juego. De hecho, el entrenador le había pedido que adelantar sus vacaciones tras la Copa América así se reincorporaba, pero el volante se habría negado generando uno de los primeros roces. La estadía de Benítez en el banquillo blanco fue efímera, los resultados no acompañaban y la afición no compartía la idea de juego. Llegó un relevo que elevaría al máximo el palmarés de Real Madrid: Zinedine Zidane.
Sin embargo, el panorama no fue muy distinto con el francés, quien no veía en James a un jugador regular sino a uno intermitente. Si bien James seguía dando buenos resultados en Colombia, el volante no podía volver a aquella versión de 2014 en Real Madrid. Con Zizou, James logró la UEFA Champions League, aunque no tuvo ni un minuto de juego en el duelo decisivo ante Atlético Madrid. Cuando el equipo viajó a Japón para disputar el Mundial de Clubes, el propio James soltó el titular y dijo que no sabía si iba a continuar en el equipo ante la falta de minutos, algo que no cayó bien en la interna del grupo.
James terminó la temporada en Madrid y se quedó hasta mediados de 2017 siendo parte del título de Liga pero terminó marchándose a Alemania, donde Bayern Munich lo esperó con los brazos abiertos por dos temporadas. También consiguió su segunda Champions, pero al igual que en la primera, no tuvo aporte decisivo en los partidos finales. Ni siquiera fue convocado para la gran final ante Juventus.
Regresó a Madrid en 2019 y se volvió a encontrar con Zidane, quien le dio menos lugar en la plantilla que antes. Si bien consiguió el título de Liga y otra Supercopa de España, la participación de Rodríguez fue escasa y se terminó marchando a mediados de 2020. La relación no terminó de la mejor manera y el propio James, en un directo de Twitch, fue contundente cuando le preguntaron por un hipotético regreso: "Ya no me quiere nadie ahí".
En síntesis, James jugó 125 partidos en Madrid, anotó 37 goles y dio 42 asistencias. Una buena marca para el volante, que fue apagando su nivel con el correr de las temporadas y que terminó saliendo por la puerta de atrás del equipo más grande de Europa.