Luego del fallido debut de Millonarios ante Unión Magdalena en Santa Marta por hechos de violencia, salvo que algo extraordinario vuelva a ocurrir, el debut de David González como entrenador de Millonarios será en el estadio Libertad de Pasto.
Ese escenario trae recuerdos difíciles para el Embajador. Fue allí donde terminó el ciclo de cinco años de Alberto Gamero con un amargo 0-0 que no solo dejó a Millonarios fuera de la final, sino que le abrió la puerta a Atlético Nacional para bordar su estrella 18. Un desenlace que sigue doliendo en la memoria azul.
Un tiro en el palo de Leonardo Castro, dos oportunidades clarísimas erradas por Falcao y los cambios de Gamero, quien terminó con seis hombres en ataque, condenaron a Millonarios a un nuevo fracaso. El ambiente tras esa eliminación se volvió pesado y, casi dos meses después, sigue sin despejarse.
Desde ese 8 de diciembre hasta el partido del 1 de febrero, el único cambio real ha sido el del entrenador. La nómina es prácticamente la misma, con algunas bajas y sin refuerzos de peso. Eso sí, hay una noticia que ilusiona: Falcao, tras semanas de incertidumbre por temas fiscales, finalmente seguirá en el equipo por seis meses más. Sin embargo, no estará disponible para este encuentro.
Ahora, aunque el partido en Pasto es apenas la segunda fecha del torneo, Millonarios está obligado a ganar. No solo porque es un equipo grande y debe hacerlo siempre, sino porque el hastío de la hinchada, la falta de refuerzos y la presión por sumar victorias hacen que cada partido sea una prueba de fuego.
González toma el barco en aguas turbulentas, justo donde Gamero lo dejó. ¿Podrá cambiar el rumbo? Pasto, que perdió con Tolima 2-0 en la primera fecha, será su primer juez.