<
>

Lo que debe cambiar David González en Millonarios para diferenciarse de Gamero

Leonardo Castro, delantero de Millonarios. EFE

Millonarios inicia el 2025 con más dudas que certezas. Hasta ahora, el equipo no ha confirmado refuerzos, pero sí ha oficializado varias salidas, entre ellas la de Radamel Falcao García, lo que deja a David González con un reto importante: hacer algo distinto con prácticamente la misma nómina con la que Alberto Gamero no logró los objetivos en 2024. Aunque el nuevo entrenador aseguró estar “conforme” con el plantel, la realidad es que deberá encontrar soluciones dentro de una plantilla reducida y sin grandes incorporaciones.

Después del partido ante América por la Serie Colombia, González dejó clara su idea de juego: un equipo que presione alto, juegue en campo rival y genere transiciones rápidas, aunque también reconoció que habrá momentos en los que deberán defender en bloque medio y bajo. Sin embargo, lo que se vio en cancha fue un equipo plano, sin variantes ofensivas y reactivo, una imagen muy diferente a lo que pretende el técnico antioqueño.

"Me parece que el primer tiempo en donde no fuimos tan profundos como nos hubiera gustado, hicimos cosas que ya las empezamos a hacer en los entrenamientos. La salida de juego desde atrás fue importante. Me quedo contento de que lo estamos trabajando, el equipo ha sido receptivo y eso me habla de un equipo que en donde más información le metamos más cosas buenas vamos a hacer. La calidad de jugadores que tenemos le vamos a haremos mucho daño a nuestros rivales", dijo tras el empate con América en Serie Colombia.

El esquema predilecto de González es el 4-2-3-1, una disposición táctica que le da protagonismo a las bandas, pero que también expone las limitaciones actuales de Millonarios en esa zona del campo. Durante sus declaraciones, el entrenador aseguró que habrá ajustes tácticos y que la clave estará en adaptarse a las condiciones de los jugadores disponibles. Sin embargo, sin refuerzos de peso, su margen de maniobra será limitado.

En este escenario, una alternativa podría ser el 4-4-2, que le permitiría dar mayor solidez al equipo sin depender tanto del juego por los costados. No obstante, si la directiva no fortalece la nómina, González podría enfrentar las mismas dificultades que tuvo Gamero y correr el riesgo de repetir una temporada sin títulos para los 16 veces campeones de Colombia.