La final de la CONMEBOL Libertadores en Maracaná fue cuestionada estas últimas horas a pocas semanas del duelo entre Fluminense y Boca Juniors, del próximo 4 de noviembre por una postura de Flamengo de utilizar el escenario para un partido del Brasileirao.
La insistencia del Mengao de jugar su partido contra el Red Bull Bragantino el fin de semana previo a la disputa del título es un punto central en el malestar que incluso hizo dudar la posibilidad de cambiar de sede para la final.
La posibilidad de que esto suceda, debido a diferentes factores, es mínima, según supo ESPN Brasil. Pero fue planteado por Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, en conversación con interlocutores, para que el mensaje llegara a Rodolfo Landim, representante del Flamengo.
El máximo directivo de la entidad sudamericana se muestra incómodo con la postura del Flamengo, que, a su vez, entiende que está en su derecho exigir el uso del estadio en la competición nacional una semana antes de la final -el partido, en principio, se jugaría el sábado (28/10) o domingo (29/10)-.
La situación provocó que Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, viajara a Luque, en Paraguay, donde se encuentra la sede de la Conmebol, para tratar directamente el tema con Domínguez. Lo acompaña Julio Avelar, director de competencias de la entidad nacional.
Esta es una de las razones por las que la CBF aún no ha detallado las fechas y horarios de la 30ª jornada de la Serie A, que contará con el duelo entre Flamengo y Bragantino.
El Fluminense, directamente interesado en resolver el problema del Maracaná y de la final, claramente se siente incómodo con la postura de su tradicional adversario. Pero sigue la situación desde la distancia, sin haber hablado específicamente con la CONMEBOL ni con Boca al respecto.
Por el momento, todos los implicados en el conflicto creen en una resolución "diplomática", sin que sea necesario que la final de la CONMEBOL Libertadores salga de Río de Janeiro, ni siquiera de que cambie la fecha. Otro escenario que se considera improbable debido al calendario.
Flamengo, sin embargo, no quiere ceder, lo que debería significar que esta resolución aún requiere de nuevas rondas de negociaciones entre las partes.