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Diego Maradona: el hincha de Boca confía en un D10S propio

RÍO DE JANEIRO -- A esta altura es una obviedad: en cualquier concentración masiva de argentinos, Diego Armando Maradona dice presente. El pueblo no lo olvida, Boca Juniors todavía menos, y sus hinchas confían en que de su lado hay un D10S que “empujará desde arriba” para que el Xeneize levante la Séptima Libertadores.

En Río de Janeiro hay Maradonas para todos los gustos, como se vio en la semana y se confirma en el banderazo del viernes: el Diez acompaña la vigilia de los hinchas de Boca desde un sinnúmero de banderas, remeras, tatuajes y cualquier otra representación visual del sentimiento azul y oro.

En estos días en tierras cariocas, los hinchas xeneizes oscilaron entre momentos de disfrute y tensión. En Copacabana hay fiesta pero también hubo momentos de angustia, con las emboscadas de la hinchada de Fluminense y la violencia policial.

En el medio de los cánticos y de las corridas, un nombre hecho bandera es el pasaporte de los visitantes: el del Diez, quien sin duda hubiera estado de cuerpo presente en la definición ante Fluminense.

“Diego nos acompaña a donde vamos. Sé que nos va a ayudar a llevar la Copa a Argentina”, dice un hincha y señala al cielo. “Lo hizo con Nápoli, lo hizo con la Selección en Qatar. ¿Cómo nos va a fallar en el Maracaná?”, sostiene con convicción.

Así como en un pasado feliz al pueblo boquense le gustaba creer que Carlos Bianchi tenía “el celular de Dios”, hoy en Río los hinchas defienden un vínculo más directo con la divinidad. “Diego es Dios. Y si no es Dios, lo tiene al lado. Algún hilo va a mover”, bromea un fanático, que porta una de las tantas banderas con su rostro.

Entre la marea de hinchas en Río, las camisetas de los ídolos del pasado más elegidas son las de Juan Román Riquelme, Martín Palermo y “Carlitos” Tévez. Y entre los nombres del presente, Edinson Cavani y Valentín Barco son los preferidos. Pero como un puente entre las glorias del pasado y los amores de hoy, siempre está el apellido de Diego, en una casaca, en una bandera, en un tatuaje. En el pensamiento y la plegaria.

Con la voz quebrada, un fanático quiere explicar el vínculo entre Maradona y el Xeneize: “Siempre su corazón está cerca de Boca, el escudo que, junto al de la Selección Argentina, más amo en vida y más allá”.

Y cierra, convencido: “Maradona nos eligió, como nosotros lo elegimos a él. Nos ayudó en los penales contra Nacional, contra Racing y contra Palmeiras. Le pedimos una más, solo una más”.