Millonarios terminó invicto en la semana más compleja de la temporada con clásico bogotano y debut en Conmebol Libertadores ante Flamengo. Salió adelante a puro coraje en El Campín.
Venció a Santa Fe. Empató con los brasileños. Los últimos ochos días fueron muy exigentes para el embajador. Administró la nómina corta, puso a un lateral de 18 años, llenó el estadio y demostró que con amor propio también responde.
El fútbol con el que dominó en la mayor parte de esta etapa de Alberto Gamero aún no alcanza para ser determinante. Lo disimuló con el corazón. Lo reconoció la hinchada por sus ovaciones.
Ante Flamengo recuperó esa memoria de proceso. Presión arriba, defensa adelantada y sus habituales pases largos a los extremos. Santiago Giordana y Daniel Cataño compensaron el flojo partido del capitán David Silva. Con su movilidad dieron profundidad, centros y respaldo al área para el goleador Leonardo Castro.
Esa continuidad se apagó en el segundo tiempo. Se distrajo atrás y Larry Vásquez solucionó con una imprudencia de doble castigo: penal y expulsión a los 67'. El gol de Pedro confundió al equipo durante unos minutos. Despertó por orgullo. Dos de sus futbolistas más discutidos se reivindicaron con asistencia y empate. De Emerson Rodríguez para Daniel Ruíz. Pared, control, derechazo y 1-1.
"La verdad me gustó mucho la jerarquía de los muchachos. Lo que yo le plasmé a ellos era que tenían que ser valientes y lo fuimos ante un gran equipo. Con 10 hombres ellos nos tenían en un bloque medio normal y estos jugadores sacaron valentía de lo que se debe sacar cuando uno está con la afición”, explicó Gamero.
Frente a Santa Fe también se rebeló contra la adversidad. Sacudió el dominio cardenal en cuatro minutos. Atento a todo, aprovechó al máximo un saque de banda para la igualdad y seguir de largo con golazo de Giordana y forzar un tanto en contra hasta el triunfo 3-1.
Tiene opción de clasificar a los cuadrangulares en el FPC y sigue de pie en la Copa. Lo espera Bolívar en la Paz por la segunda fecha continental el 11 de abril. Tiene coraje, un poco menos de fútbol. También se vale.