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El dominio Rojo: a 45 años de la sexta Copa Libertadores de Independiente

@Independiente

El 29 de junio de 1975, Independiente se enfrentó a Unión Española en la final de la Copa Libertadores. Luego del triunfo de los chilenos por 1-0 en la ida y la posterior victoria 2-0 del equipo de Avellaneda en la vuelta, todo se definió en un tercer partido desempate que culminó con otro 2-0 en favor de los dirigidos por Dellacha que los coronó campeones por cuarto año consecutivo del torneo sudamericano, un hecho histórico.

El amorío de Independiente y la Copa Libertadores dio inicio en 1964, año en el que los de Avellaneda se impusieron ante Nacional en la final. En 1965, el Rojo logró su primer bicampeonato luego de vencer al clásico de Nacional, Peñarol, en una serie que tuvo su fin en un desempate en el que los argentinos ganaron 4-1.

La época del dominio Rojo en Sudamérica comenzó en el año 1972. El camino hacia la tercera conquista inició con un Independiente ubicado en el Grupo 1, instancia que compartió con dos equipos colombianos, Santa Fe y Nacional, y su compatriota Rosario Central. El acceso a la siguiente fase no implicó un camino difícil para los dirigidos por Pedro Dellacha y finalizaron primeros con 10 puntos.

La Segunda Fase se desarrolló en dos grupos e Independiente compitió con Sao Paulo y Barcelona de Ecuador para definir a uno de los finalistas de la competencia. Del otro lado, la disputa fue entre Universitario de Perú, Nacional y Peñarol. Peruanos y argentinos fueron los que accedieron al partido decisivo, cuyo primer encuentro fue 17 de mayo y terminó 0-0. La vuelta tomó un rumbo diferente, se rompió la paridad y el Rojo ganó 2-1 para levantar su tercera Copa. La gloria de los Diablos no se quedaría en este campeonato que solamente fue el puntapié inicial de uno de los legados más importantes en el fútbol sudamericano.

Al año siguiente, el campeón vigente volvió a imponerse por sobre el resto de los equipos y llegó a la final con Colo Colo. En una serie peleada, el Rojo y los Caciques igualaron tanto en la ida como en la vuelta, por lo que tuvieron que definir al ganador en un tercer partido que tuvo lugar en el Estadio Centenario de Montevideo. El desarrollo del cotejo decisivo se mostró igual de parejo que los otros dos y, tras los 90 minutos, el marcador estaba 1-1, pero la aparición de Miguel Ángel Giachello al minuto 107 del tiempo suplementario fue determinante para convertir el 2-1 final que se transformó en una nueva estrella internacional para el Rojo.

La alegría del bicampeonato se extendió una temporada más ya que en 1974 Independiente volvió a demostrar su supremacía y obtuvo el tricampeonato derrotando a Sao Paulo en la final. Esta edición también constó de tres partidos para definir al campeón puesto que los brasileños ganaron en condición de local por 2-1, los argentinos hicieron lo propio en el Estadio de La Doble Visera y toda la tensión se trasladó al Estadio Nacional de Chile. El partido en Santiago finalizó 1-0 para el equipo de Ricardo Ferrero gracias al gol del Chivo Pavoni al minuto 37 del primer tiempo que selló la tercera copa en tres años para la felicidad del 50% de Avellaneda.

La frutilla del postre fue el título de 1975. Independiente comenzó esta edición con un objetivo en mente: superar la marca más larga de campeonatos consecutivos en la Libertadores que le pertenecía a Estudiantes (3) y que el Rojo ya había igualado en 1974. Como era costumbre en esos años, el último campeón ingresaba en el certamen directamente en la Segunda Fase y los de Avellaneda aprovecharon la situación para darle la estocada final al récord Pincha. En el Grupo B, Independiente se enfrentó a Central y Cruzeiro y finalizó primero con 4 puntos.

La gran final de 1975 enfrentó al mejor equipo de Sudamérica de los últimos 4 años, Independiente, y a la Unión Española de Luis Santibáñez. La ida tuvo lugar en Chile y los locales obtuvieron un triunfo ajustado sobre la hora con gol de Sergio Ahumada. La responsabilidad pasó a manos de Independiente, quien recibió a los chilenos en La Doble Visera el 25 de junio. Con goles de Rojas, Pavoni y Bertoni, el Rojo consiguió un 3-1 contundente y llevó todo a un tercer y último partido en el Estadio Defensores del Chaco. El Rojo no quiso dejar pasar la chance de ser el equipo que más títulos consecutivos ganó y tiró a la cancha toda su mística copera para llevarse el triunfo por 2-0 de la mano de Ricardo Moreno y Daniel Bertoni, quien sentenció el cotejo con un tanto de tiro libre. Con este resultado, Independiente se calzó nuevamente la corona de rey, rompió la marca del conjunto platense y amplió su palmarés a seis Copa Libertadores.

Uno de los hechos más significativos de este período de cuatro años estuvo vinculado con la dirección técnica de estos planteles campeones. El dominio Rojo inició en 1972 con Pedro Dellacha en el banco de suplentes y él mismo fue quien dirigió al equipo que se coronó en 1975 para cerrar de manera brillante el ciclo de títulos internacionales que ubicó a Independiente en la cresta de la ola.

Luego del título de 1975, Independiente tuvo que aguardar 9 años para obtener una nueva Copa Libertadores. En 1984, el Rojo superó a Gremio con un global de 1-0, levantó la séptima Copa y se convirtió en el máximo ganador en la historia de la competición. Después de la victoria ante Gremio, Independiente no ha podido volver a coronarse campeón de América y mantiene una sequía de 36 años.