<
>

Delfín desanda el camino de otros grandes campeones de la Libertadores

Delfín se clasificó de manera agónica y épica a octavos de final de la Copa Libertadores tras vencer a Olimpia en Paraguay e imitó las hazañas de dos campeones de América de los últimos años, un muy buen augurio para el equipo de Manabí.

El cuadro de Manta llegó a Asunción en el último lugar del grupo y casi eliminado. Necesitaba ganar y que Defensa y Justicia cayera ante el líder Santos. Durante la mayor parte de los dos partidos, eso no ocurrió y de hecho los argentinos estuvieron arriba en el marcador, lo que terminaba con todas las esperanzas cetáceas.

Sin embargo, Delfín abrió el marcador a los 36 del segundo tiempo gracias a Agustín Ale y poco después, a los 46 minutos en Brasil, Marcos le dio el pasaje a los ecuatorianos al anotar el 2-1 contra Defensa.

Algo similar vivieron San Lorenzo en 2014 y River Plate en 2015. Es cierto que ambos llegaron a la Copa como candidatos, a diferencia de los pocos pergaminos que tiene Delfín. De todos modos, las circunstancias son similares y hablan de una especie de crecimiento colectivo al superar estas situaciones límite.

En 2014, San Lorenzo, con Edgardo Bauza como técnico, llegó a la última fecha de la fase de grupos necesitado de un milagro. Debía golear a Botafogo y esperar un resultado positivo entre Unión Española e Independiente del Valle. Fueron 90 minutos de locura, con cambios constantes. Al final, el equipo argentino ganó 3-0 en el último suspiro y la victoria ecuatoriana en Chile solo por un gol (5-4) le dio el pasaje. Luego, logró su primera Copa tras vencer a Nacional de Paraguay en la final.

Al año siguiente, fue River el que arribó a la última jornada casi afuera. Debía vencer de local a San José de Potosí y que Juan Aurich no sumara tres puntos en casa frente a Tigres de México. El cuadro argentino definió su partido sin problemas, pero en Perú Aurich dio pelea y estuvo al frente en el marcador durante el segundo tiempo, aunque al final perdió 5-4. El conjunto de Marcelo Gallardo clasificó, eliminó a Boca en octavos y se coronó campeón después de derrotar a Tigres, el rival que lo había ayudado, en la gran final.

No es el único augurio al que se abraza Delfín. También está la "bendición de la Copa Sudamericana", que indica que desde 2013, el país ganador de la Sudamericana repite al año siguiente en la Libertadores.