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Colombia retrocede en Libertadores: equipos desarmados y flojos de local

Por segundo año consecutivo el fútbol colombiano terminó sin representantes en los octavos de final de la Copa Libertadores. Junior, América e Independiente Medellín quedaron eliminados en la fase de grupos.

El sorteo de este viernes para la siguiente ronda tendrá equipos argentinos, brasileños, uruguayos, bolivianos, paraguayos y ecuatorianos. En la lista de ausentes están los colombianos, sin el protagonismo de otras épocas bajo rendimientos opacos que justifican su presente en el continente.

Un solo registro deja en evidencia la campaña de tres históricos del FPC en esta Libertadores. De los nueve partidos que disputaron de local, apenas ganaron uno. Lo hizo Junior contra Independiente Del Valle. Sin embargo, hay otros motivos que permiten explicar otra eliminación anticipada.

JUNIOR MUY FRAGIL CONTRA LOS BRASILEÑOS
Por tercera vez consecutiva enfrentó equipos de Brasil en los grupos. Como en 2018 y 2019 empezó como local frente a los favoritos. Este año debutó con el campeón Flamengo. Cayó 1-2 en Barranquilla y 3-1 frente a los suplentes en el Maracaná.

Aunque se reforzó con un goleador de Libertadores, se quedó sin respuestas para atacar. Miguel Borja marcó uno solo en la victoria frente a Barcelona. La experiencia de Teo Gutiérrez tampoco apareció en los momentos más complicados.

Además, Julio Comesaña renunció antes del reinicio de la Copa. Amaranto Perea comenzó con dos victorias pero se le acabó la energía frente al colero del grupo.

Para el DT, el mal momento también le compete al nivel de la liga local.

“No es un tema de Junior solamente, nos cuesta la intensidad, competir. Nuestra liga no es tan fuerte para pensar que salimos y con nuestro ritmo alcanza. Pasa más por ser como liga, estos equipos son superiores”.

AMÉRICA DESBARATÓ EL PROYECTO GUIMARAES
Para el comienzo de la Libertadores, el campeón del FPC mantuvo la base con la que ganó su título 15. Perdió 0-2 con Gremio pero se puso al día con la victoria 2-1 frente a la U Católica en Chile.

En medio de la pandemia hizo trizas el proyecto del técnico Alexandre Guimaraes. Por cuestiones económicas no pudo retener al técnico, al goleador Michael Rangel y al atacante Matías Pisano.

Afrontó los cuatro partidos restantes encomendado a Duván Vergara junto con un par de juveniles que puso el nuevo técnico Juan Cruz Real. La Copa no le perdonó errores individuales que le costaron puntos como visitante y en el Pascual Guerrero.

Tampoco ganó como local. Sumó dos empates frente a Inter y los chilenos. Repitió la campaña de 2009, la penúltima con la que empezó a alejarse de su gloria en Suramérica.

MEDELLÍN SE CONFORMÓ CON JUGAR LA FASE DE GRUPOS
El DIM clasificó en los penales al Grupo H tras eliminar a Atlético Tucumán. Se unió a Boca Juniors, Libertad y Caracas. Comenzó el torneo sin los goles de Germán Cano al que reemplazó con un delantero del ascenso ecuatoriano.

Perdió dos partidos seguidos con Libertad en Medellín y Boca Juniors en La Bombonera. Durante la pausa vio como se le iban jugadores importantes: Adrián Arregui, Andrés Ricaurte, Juan Fernando Caicedo. La calidad de los refuerzos no alcanzó para el nivel de la Libertadores.

Volvió con derrotas frente a Caracas y de nuevo ante los xeneizes. En el Atanasio Girardot nunca ofreció resistencia. Cayó en los tres partidos que aceleraron la salida del técnico Aldo Bobadilla.