Fútbol Americano
Rafael Ramos, ESPN Digital 5y

Desalmado México... ante Cuba: 7-0

PASADENA -- Cuba quiso, de verdad que quiso rebelarse. Pero su destino de víctima propiciatoria sólo aguardaba, infaustamente, el número de plomazos en su portería. Fue desalmado, trágico. México, 7-0, ante la euforia de los 65,527 con boleto pagado en el Rose Bowl.

Mientras Canadá había sacrificado 4-0 a Martinica en la jornada inaugural de la Copa Oro, el Tri pasó de un primer tiempo desbordado a un segundo tiempo de administración de esfuerzos. La victoria ya era cargada en hombros por dos escándalos, el del marcador y el de las limitaciones técnicas, tácticas y futbolísticas de los cubanos.

El más atareado era el cuerpo técnico de Canadá. Desde el palco, tomaban apuntes del equipo mexicano, seguramente útiles, para definir algunos movimientos, y seguramente inútiles, por los movimientos que hará Gerardo Martino. Todos con libreta…y plumas de dos colores. Síndrome Osorista.

EL TSUNAMI…

Minuto dos. México triangula por izquierda. En cámara lenta, con los cubamos como testigos tiesos, el balón es testereado en el área por Raúl Jiménez y Uriel Antuna recibe el obsequio del poste para empujar el 1-0.

El marcador, los remates desviados de Diego Reyes y Raúl Jiménez, obligan a Cuba a angostar sus líneas, aunque hacen más del amontonamiento que del orden su precepto defensivo.

México domina, Carlos Rodríguez toma el control, Guillermo Ochoa bosteza, y el juego se resuelve en la media cancha antillana, mientras la tribuna elige el folklore de los olés, mientras paciente espera el rosario que el juego les promete.

Sandy Sánchez había multiplicado sus recursos, había impedido cuatro remates con domicilio de red, hasta que a los 31 minutos, Raúl Jiménez en rompimiento de jugada personal, abre otra herida en la víctima cubana. 2-0.

En remate que roza lo accidental, Diego Reyes hace el 3-0 a los 37’, pero enseguida nomás, Raúl Jiménez, Uriel Antuna y Carlos Rodríguez dejan ir tres más, mientras a los 44 minutos, el mismo Antuna no desperdicia el citatorio de gol en el corazón del área para el 4-0.

En un acto de conmiseración, el silbante John Pitti pone una pausa a la fiesta tricolor y a la miseria cubana. La cifra es desquiciante: 94 por ciento de posesión del equipo mexicano en la primera mitad.

Y aunque en la segunda mitad, México decidió jugar en neutral, el 5-0 llegó en otro boquete inmenso en la defensa cubana, y solazándose con el entrenamiento, Raúl Jiménez despertó a la afición que había caído en un sopor contemplativo.

Raúl Jiménez deja su lugar a Alexis Vega, quien un minuto después, al 74’, con el balón envuelto para regalo por parte de Antuna, sentencia el 6-0, ante el abatimiento absoluto de los cubanos.

Y como para abrir una herida mal cicatrizada, aquel 7-0 ante Chile, como para saber qué se siente estar del otro lado, Antuna aumenta su cosecha con el 7-0, al minuto 80, que ya poca euforia generó en una tribuna que de inmediato empezó a buscar las puertas para abandonar el Rose Bowl de Pasadena.

Ahora el Tri se trasladará a Denver para su segunda jornada de la Copa Oro, enfrentando el miércoles a Canadá.

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