San Lorenzo intentó este miércoles aplicar su fórmula de siempre en su visita a Palestino por la tercera fecha de la CONMEBOL Sudamericana, pero esta vez no le funcionó y por eso terminó empatando 0-0.
Defensa sólida, mediocampo rocoso y una alta efectividad en ataque son algunas de las características que le permitieron al equipo de Boedo resurgir en los últimos tiempos, tras varias temporadas de sufrimiento.
Con ese mismo estilo afrontó el encuentro ante Palestino y, por momentos, pareció que le iba a dar resultado una vez más.
Pero enfrentó a un equipo serio, que tampoco regala nada en la marca y que, encima, tuvo en Maximiliano Salas al jugador más peligroso del cotejo.
Salas generó las dos mejores ocasiones que tuvo el local en el match: en el primer tiempo, encabezó un ataque en el que llegó a gambetear al arquero Augusto Batalla, pero Federico Gattoni sacó sobre la línea su disparo, que tenía destino de gol.
Ya en la segunda parte, el delantero argentino recibió un lateral sobre la zona izquierda, encaró y sacó un disparo furibundo. El travesaño le negó el festejo, cuando Batalla no tenía ya nada que hacer.
A San Lorenzo, por su parte, le faltaba una de las patas de su fórmula: la eficacia en ataque. Dominaba por largos períodos la pelota pero no lograba lastimar al rival.
A los 73 minutos llegó un hecho que marcó un antes y un después: Gattoni se fue expulsado en una jugada increíble. Fue a pelear una pelota que le llegaba mansa al arquero rival, con la mala suerte de que, en vez de pellizcarla, tocó al portero. Segunda amarilla y afuera.
El panorama se teñía de oscuro para el equipo argentino. Pero tras unos pocos minutos de desconcierto, se recompuso y hasta tomó el dominio del juego.
Lo pudo haber ganado con alguno de los centros punzantes que envió y también lo pudo haber perdido en una contra de Palestino.
El empate fue lo más justo en el estadio El Teniente.