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Daniela Solera: pasó de jugar descalza a quedar campeona de Copa Libertadores

Daniela Solera conquistó la Copa Libertadores en 2018 con el CD Huila. Cortesía Daniela Solera

Entre los callejones cercanos a su hogar era común ver a Daniela Solera jugando fútbol con sus mejores amigos, ahí no importaban los botines o los marcos, solo un balón y una buena amistad para protagonizar grandes partidos, pero claro, antes de eso tenía que cumplir con su tarea.

La historia de Daniela Solera, portera costarricense del Independiente Santa Fe de Colombia, se remonta desde que estaba en la escuela. Fue a causa de sus hermanos que empezó a ser atraída por el fútbol; sin embargo, el amor por la portería se debe a sus amigos, quienes no la dejaban ser futbolista de campo por temor a golpearla.

Solera conversó con ESPN sobre sus impresionantes momentos que ha tenido como legionaria costarricense, la cual, con tan solo 22 años, se metió en la historia del fútbol de Costa Rica por ser la única persona (hombre o mujer) en ganar una Copa Libertadores.

“Todo empezó por mis hermanos, ellos son mayores que yo entonces siempre andaba detrás de ellos. Desde ahí empezó a nacer la pasión por el fútbol. Jugábamos en los callejones o en la casa. Por mucho tiempo jugué hasta descalza, creo que tuve una verdadera infancia. A mí siempre me gustaba jugar con los hombres, entonces me decían que, por ser mujer, me podían golpear, así que mandaban a atajar”: recordó Solera.

“Para unos juegos estudiantiles, un compañero se enfermó y yo pedí que me pusieran a atajar. Como ya había jugado con ellos en los recreos de la escuela, me decidí de una vez aún sin saber nada, pero me fue bien. A los años hice prueba en Codea Alajuela, me dieron la opción de escoger cómo hacerla y yo pedí ser portera”; agregó.

La trayectoria como futbolista de Daniela Solera inició con ese equipo alajuelense a los doce años, donde logró tener una buena formación hasta llegar a la Primera División; no obstante, hubo un momento clave. A los 19 años la portera pensó en renunciar, sentía que no podía más y, justo antes de tomar la decisión, recibió la llamada que cambió su vida.

“Estaba en un momento de mi carrera donde tenía pensado renunciar, como el fútbol femenino en Costa Rica no era tan profesional en ese tiempo, uno tenía que asumir los gastos porque no se recibía un salario formal. Ya tenía que enfocarme en otra cosa hasta que surgió la oportunidad de venir aquí a Colombia, me llamó el presidente CD Huila, acepté la propuesta y mi vida cambió por completo”; destacó.

A raíz de esa llamada telefónica, Solera alistó sus maletas para viajar a Neiva, Colombia e incorporase al CD Huila. En su primer certamen logró afianzarse en la estelar, dio seguridad bajo los tres postes y, en el 2018, logró el subcampeonato de Liga y alzó la Copa Libertadores de América, algo nunca antes logrado por un tico.

Después de esa gloria se le abrió la puerta para militar con el KuPS Kuopio de Finlandia, la cual ella misma resalta que “nunca me imaginé dar el salto a Europa siendo tan joven. Yo digo que uno como portera está en constante formación y eso solo se consigue en cada partido”.

Posterior a eso, estuvo muy cerca de emprender una nueva aventura en Bélgica, hasta que volvió a aparecer su ángel colombiano: Diego Perdomo, ex presidente del CD Huila quien fuese el que llamó a Solera por primera vez y ahora es el actual director deportivo del Independiente Santa Fe.

“Las condiciones no me llamaban tanto la atención en Bélgica, pero en eso surgió la llamada para regresar a Colombia, por parte del ingeniero Diego Perdomo y me ofreció venirme para acá, también parte de la decisión que tomé de volver a Colombia es porque puedo estar más cerca de mi país”; contó.

Al observar tanto crecimiento en su carrera como profesional, la guardameta aprovechó la entrevista para traer a memoria algunos momentos de su vida que fueron vitales para madurar y valorar el lugar en donde está actualmente.

“Yo soy de San Antonio de Naranjo, esto queda como a media hora del centro. Salía a las 5:00 a.m. de mi casa para ir a estudiar al colegio, después me daban permiso de salir al medio día para viajar hasta donde entrenaba en Alajuela. Recuerdo que si me tardaba más de la cuenta, el bus podía dejarme, así que me tocaba caminar casi ocho kilómetros, entonces llegaba cansada a estudiar o hacer trabajos. Eso fue muy duro y por eso pensaba en retirarme. Ahora valoro todo eso, pues me ayudó en mi formación”; confesó.

Ahora, el reto de Daniela Solera así como el del Independiente Santa Fe, es que “no se ha ganado la Copa Internacional, es un proyecto a corto plazo que tenemos y también triunfar en la Liga para poder estar en Copa Libertadores es algo a lo que aspiramos y para eso trabajaremos”.

Solera finalizó la entrevista expresando lo importante que es el deporte para la vida de cualquier persona y cómo esto ha logrado empoderarla desde que comenzó a tener la disciplina de practicarlo.

“Uno como mujer siempre quiere ser tomado en cuenta en la sociedad. En mi caso, le agradezco al fútbol porque me ha ayudado a conocerme más como persona y me ayudó a ser profesional. Cada experiencia me ha servido para madurar y enfrentar los retos con valentía”; concluyó.