Renato Paiva, el entrenador de Independiente del Valle, está muy feliz por el resultado obtenido en la ida contra Emelec, pero no se confía en el triunfo que consiguió su equipo. que ganó 3-1 como local: "“Si me preguntaban a las 12h00 si firmaba un tres a uno, lo hacía a ojos cerrados. Del otro lado está un grandísimo club"
Siempre destacando que en frente tuvieron un rival muy importante como Emelec, Renato Paiva fue contundente en decir que lo más importante de su Independiente del Valle, pasó por lo mental y la actitud de sus jugadores.
Ganó el partido con José Hurtado. “Como he dicho antes del partido, tenía la certeza de que Emelec jugaría con línea de tres. Sabiendo las características de sus laterales, era muy importante que juegue Hurtado y no Landázuri. Era por ahí lo que queríamos. Faravelli ha hecho una clase maestra de fútbol. Yo veo por mi equipo y no puedo decir que alguno no estuvo de diez para mí, súper enfocados en una final, sabiendo que en frente está un grandísimo equipo; muy bien trabajado. Con Emelec el partido nunca está cerrado, y eso me da más orgullo del partido que hicimos”.
Más allá de las polémicas. “La expulsión, que no es nuestra culpa, Emelec pierde alguna fuerza de su juego e intenta jugar más esperando porque no tiene tanta gente para elaborar. No me acuerdo de muchas oportunidades de Emelec. Estoy muy orgulloso del partido que hicieron mis jugadores y de la forma en que interpretaron lo que exige una final. Desde el primer minuto fuimos un equipo muy fuerte”.
Contento con el tres a uno. “Si me preguntaban a las 12h00 del día si firmaba un tres a uno, lo hacía a ojos cerrados. Del otro lado está un grandísimo club. El gol existe porque hay un gran equipo del otro lado, y que ya sabemos que no se da por vencido y que pelea hasta el último minuto. Si era tres a cero, la final no estaba definida. Emelec tiene la capacidad de hacer lo que hicimos nosotros hoy en su estadio. Yo no me agarro de una situación tan humana como para cuestionarme el gol recibido. Me quedo, otra vez, con lo que hemos hecho en 98 minutos”.
Lo que pondera. “Me quedo con nuestra actitud de hoy. Hemos sido una familia en gran parte del año y especialmente en esta esta. La mayor virtud ha sido creer en el trabajo y en cada entrenamiento. El rendimiento de todos es increíble, percibimos lo que es jugar una final en la parte emocional y mental, que yo pensaba que era lo que nos podría traer dificultades”.
Respeta el trabajo arbitral. “Del arbitraje vuelvo a decir lo mismo. Yo no sé ni quiero saber, para mí las profesionales no tienen nacionalidad, eres bueno o eres bueno. Si trabajas te puedes equivocar. No he visto las jugadas, las tengo que ver, pero yo tengo total confianza en los árbitros que vinieron de México, como la tendría en los de Ecuador. Mi respeto total por la función del árbitro. Tienen que decidir en segundos, y por eso yo pido el VAR, porque nosotros vemos en nuestras salas de televisión y ellos no”.
Finalmente, explicó los cambios. “Eran necesarios los tres cambios porque dos eran por amarilla y jugamos una final de dos partidos; Segovia y Lolo. No quería perder un jugador y quedarme diez contra diez. Los otros tres es porque tenemos control de GPS y del ojo y la experiencia, conocemos a los jugadores y sabemos si están menos o más cansados. No quería perder a Junior ni a Pellerano para el segundo partido, y lo mismo con Hurtado. Eran necesarios los cinco cambios, por un partido con tensión y con el césped hiper pesado, que te exige mucho más”.