El Barcelona de Xavi se enfrentó al Real Madrid en El Clásico y le dio credibilidad a un proyecto que viene creciendo
“Había avisado que, con Xavi, sería el Barcelona 3.0”. La frase es de Daniel Alves en entrevista con ESPN. El brasileño, eso sí, conoce bien al ahora técnico, de la época en que fueron compañeros en el histórico equipo de Pep Guardiola. Su discurso, sin embargo, ayuda a entender un momento muy actual del club, que poco a poco vuelve a ser competitivo.
La marcha de Lionel Messi, otro compañero de Dani Alves y Xavi, supuso un duro golpe para el Barcelona. Pero la caída ya había comenzado un poco antes, y el excentrocampista parece ser el primero al borde del césped que da señales de que por fin los problemas pueden acabar.
Ante Real Madrid en el Clásico, el Barcelona acabó con una racha de cinco derrotas seguidas ante su máximo rival. Algo inédito en la historia reciente de la rivalidad.
Superar al líder de LaLiga en el Santiago Bernabéu, no fue un tarea fácil aunque el marcador de 4-0 diga lo contrario.El aficionado del Barcelona confió mucho más en un equipo capaz de desafiar a sus rivales de la capital española.
Para entender este cambio de mentalidad hay que retroceder un poco en el tiempo: Messi, Luis Suárez y Neymar dieron gloria y elevaron el listón del Barcelona. Pero gradualmente, la "MSN" también impuso su propio "patrón" y preferencias en los entrenamientos, dictando cuándo las actividades serían menos fuertes, si comenzarían a tiempo o no, y también la intensidad.
Ni Quique Setién ni Ronald Koeman, los antecesores de Xavi, pudieron cambiar ese ambiente.
El Barcelona 3.0 de Xavi
Le tocó al excentrocampista catalán, tras la marcha de Messi, liderar finalmente esta revolución. Xavi podría adoptar una vía de "choque de gestión". Presentar sus ideas y abrir la puerta de salida a los que no encajan. Probablemente sería lo que a buena parte de la afición e incluso a los medios les gustaría ver. Pero, en cambio, optó por métodos que resultaron ser creativos, sorprendentes, populares y, hasta el momento, exitosos.
Los objetivos fundamentales desde su llegada en noviembre han sido poner en forma a la plantilla, mejorar el juego posicional y el control del balón y, por supuesto, marcar y ganar más veces. Xavi creía que había tres claves para ello, empezando por los entrenamientos, que debían ser más intensos y centrados en características concretas del equipo, características que se habúan ido perdiendo o dejando de lado con el tiempo y que él quería recuperar.
La segunda clave fue involucrar a sus jugadores, con sesiones de vídeo y clases claras e individuales, con la mayoría de la plantilla, especialmente con los que no se formaron en las categorías inferiores del club o, si lo hicieron, aún eran jóvenes e inexpertos.
La tercera clave fue traer talento específico durante la ventana de transferencia de enero. Un goleador, velocidad, amplitud y un 'jefe' en el campo como Daniel Alves; generalmente traen goles, energía y mentalidad ganadora.
Los nuevos entrenamientos del Barcelona
El primer objetivo, el preparador físico Iván Torres, paisano de Xavi y amigo desde niño, fue fundamental. Entrenar hoy es diferente. Probablemente, en los próximos años, cuando se cuente la leyenda del excentrocampista que volvió a liderar el renacer del Barcelona tras casi tocar fondo, el análisis de estas actividades es material para escribir un libro.
Mientras estuvo a cargo del Al Sadd en Catar, Xavi y su cuerpo técnico aprendieron a transmitir una metodología que, si bien era completamente natural para ellos, era desconocida para la mayoría de los jugadores. Como, por ejemplo, técnicas de entrega, rutinas de capacitación creativa y habilidades de comunicación. Todo ha sido mejorado.
El trabajo de Torres incluye muchos ejercicios de asociación y trabajo en equipo, de forma relajada. Parece algo que harías en un campamento para adolescentes, pero funciona de manera efectiva. Grupos de jugadores, a veces cuatro, seis u ocho, compiten entre sí en ejercicios de coordinación física, el trabajo en equipo, la velocidad del pensamiento y también la coordinación ojo-cuerpo.
A menudo, en forma de relevos, los grupos están desesperados por ganar, sonreír, provocar. Con este ambiente, a veces sin que los jugadores se den cuenta, se estimula la intensidad, la agilidad, la velocidad y el espíritu. Xavi y Torres creen que estos ejercicios al inicio de los entrenamientos no solo calientan y hacen que la plantilla esté más atenta, sino que también les prepara para realizar el trabajo táctico y técnico con una mente más abierta.
En cuanto al segundo objetivo, la devoción fanática de Xavi por ver y entender los partidos de fútbol, ya sea como jugador o como entrenador, en el Al Sadd o en el Barcelona, también es un diferencial.
En Catar, disfrutaba estar en una "burbuja" donde su familia podía crecer feliz y segura mientras él se "descomprimía" después de una carrera de alto perfil. Aún así, vio un sinfín de partidos, incluidos los del Barcelona. Es decir, en cuanto a conocimientos, cuando sucedió a Koeman estaba más que preparado.
El resultado fue que ganó tiempo. A diferencia de la mayoría de los entrenadores, Xavi no tuvo que centrarse en observar, comprender, sacar conclusiones y luego, después de semanas, comenzar a corregir lo que no le gustaba. Lo supo desde el primer día.
Estableció un programa de sesiones de video individuales para la mayoría de sus jugadores. A veces corrigiendo errores de colocación; a veces bajo presión; y muchas veces de ataque espacial, pero siempre buscando el equilibrio entre veteranos del Barcelona como Gerard Piqué, Sergio Busquets o incluso Daniel Alves y los recién llegados Pierre-Emerick Aubameyang o Memphis Depay.
“Xavi es muy inteligente. Cuando llegó al club, ya conocía las fortalezas de todos", dijo el defensa Ronald Araujo a ESPN. “Desde el primer momento mostró videos de lo que quería de cada uno de nosotros. Una vez a la semana, vemos videos individuales para seguir mejorando. Xavi conocía mis habilidades y me dijo que iba a seguir aprendiendo más y más sobre pases, posicionamientos. Sentí que el apoyo del entrenador es muy importante”.
El entrenamiento de la disciplina posicional de Xavi contiene ejercicio tras ejercicio en los que juegan equipos de ocho en un espacio rectangular, con tres jugadores en el medio como "comodines" para cualquier equipo con balón.
El mes pasado, cuando cumplió 100 días al frente del Barcelona, Xavi bromeó diciendo que se sentían como 100 años, al menos como se sentía teniendo en cuenta el esfuerzo, las horas y toda la implicación con el club. Era una broma, claro, pero también es innegable que el técnico ya ha hecho evolucionar al equipo catalán en apenas cuatro meses.
Ganar al Real Madrid en el Clásico de este domingo será la culminación de todo eso.
*(Con información de André Linares y Graham Hunter)