El delantero de Barcelona, Pierre-Emerick Aubameyang, se convirtió en la víctima más reciente de robo en su domicilio
Pierre-Emerick Aubameyang es el último futbolista víctima de un robo en su casa. El delantero gabonés del Barcelona engrosa la lista de asaltos en las viviendas de jugadores de fútbol en la que figuran recientemente el también culé Ansu Fati, el madridista Karim Benzema, el valencianista Samu Castillejo o el elemento del Deportivo Alavés, John Guidetti.
A diferencia de estos últimos, el cometido esta madrugada en la casa de Castelldefels (Barcelona) en la que reside Aubameyang ha sido un robo muy violento, perpetrado por un grupo de ladrones armados que han llegado a amenazar y golpear al futbolista y a su pareja para que les abriera la caja fuerte, de la que se han llevado objetos de valor.
Este ha sido el segundo robo este verano en casa de Aubameyang, ya que unos ladrones también entraron en su domicilio hace semanas, según han informado a EFE fuentes cercanas al caso. En aquella ocasión no había nadie en casa del futbolista cuando entraron los ladrones, según ha detallado El Periódico.
Precisamente este es el patrón habitual, ya que el modus operandi de este tipo de bandas tiene en común la ausencia del jugador en su morada en el momento del robo, bien porque se encontraba jugando un partido, de entrenamiento o de vacaciones.
En el Bernabéu estaba jugando, el 23 de enero, un partido de liga contra el Elche el delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema, cuando los ladrones desvalijaron su casa situada en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes. Los ladrones saltaron las vallas del perímetro exterior de la casa, accedieron al jardín por la piscina y con mazas rompieron una cristalera para entrar en la vivienda.
También a finales de enero, el internacional sueco John Guidetti, jugador del Deportivo Alavés, denunció el robo de unos bolsos en su casa de Vitoria aprovechando la ausencia del futbolista y de su familia.
El primer partido de liga de esta temporada será recordado por el extremo del Valencia, Samu Castillejo. Cuando regresó a su casa tras jugar en Mestalla ante el Girona se encontró armarios y cajones revueltos de los que faltaban, según él mismo lamentó en redes sociales, "cosas materiales, personales y sentimentales".
Menos vacía estaba la vivienda del delantero del Barça, Ansu Fati, en Sant Cugat del Vallès, donde unos familiares estaban viendo en la planta baja el derbi catalán en el Camp Nou. Sin percatarse del asalto, los ladrones desvalijaron el piso superior de la vivienda, donde supuestamente se llevaron dinero, joyas y relojes.
Este es el botín que interesa a los ladrones, resaltan a EFE fuentes policiales, que añaden que lo habitual es que cometan el atraco rápido y que no se interesen por objetos de valor de gran volumen como puedan ser televisiones de alta gama.
LADRONES ESPECIALIZADOS EN SISTEMAS DE SEGURIDAD
Las fuentes consultadas explican que este tipo de bandas están integradas por distintos perfiles de "especialistas". Los hay quienes se dedican en exclusiva a conocer a su objetivo, sus horarios, si tiene o no familia, a seguirle en redes sociales y están también quienes manejan a la perfección los sistemas de seguridad y cajas fuertes.
Una vez dentro, el objetivo de estas bandas es "pillar" todo lo que se pueda con "fácil salida" en el mercado negro como móviles de lujo, joyas o relojes, una mercancía que no les dio tiempo a "colocar" a los seis ladrones que asaltaron en julio la casa de Ibiza del exfutbolista brasileño y presidente del Real Valladolid, Ronaldo Nazario de Lima, y en la que se alojaba el futbolista italiano del Paris Saint-Germain, Marco Verratti.
Apenas dos días después, la banda de origen albanés y relacionada con hasta 15 asaltos en villas de lujo en las provincias de Alicante, Málaga y Murcia, fue detenida por la Policía Nacional en la localidad alicantina de Denia y en Málaga y recuperado la mayoría de lo sustraído en Ibiza que ascendía a unos tres millones de euros.
En la muñeca de su dueño, el futbolista culé Robert Lewandoski, vuelve a lucir el reloj que un supuesto aficionado le arrebató hace dos semanas al entrar con su coche en la ciudad deportiva para entrenar. Bajó la ventanilla para firmar unos autógrafos y el ladrón le arrancó el reloj de lujo y huyó del lugar, aunque poco después fue detenido.