Atlético Madrid venció a Villarreal sobre la hora en La Cerámica, gracias a un agónico gol de Saúl Níguez, y volvió a la zona de clasificación a la UEFA Champions League, desplazando al Athletic Bilbao y frenando el envión del Submarino Amarillo.
El conjunto madrileño, que vuelve a ganar como visitante cuatro partidos después, se adelantó en el marcador en la primera parte, de claro dominio rojiblanco (hoy blanquiazul), por medio de Axel Witsel, pero Alexander Sorloth empató en el inicio de la segunda parte.
Cuando más abierto estaba el encuentro, Saúl, que apenas llevaba unos segundos en el campo, sentenció al Villarreal, que ve quebrada su racha de nueve jornadas consecutivas sin perder.
Atlético, revitalizado en su medio campo, saltó decidido a no especular ante el Villarreal y desde el primer instante tomó el mando del balón. El primer aviso madrileño se gestó en las botas de Griezmann, que filtró un balón perfecto para Lino, pero el remate del jugador atlético lo sacó con el pie Jorgensen.
En pleno acoso del Atlético llegó el primer gol, anotado por Witsel tras un saque de esquina. El belga aprovechó la debilidad del Villarreal en las acciones de estrategia para enviar de cabeza el balón al segundo palo. El gol desató al Atlético, que instantes después pudo anotar el segundo tras una combinación entre Lino y Memphis que el neerlandés culminó con un remate flojo a las manos del portero local.
Villarreal, incapaz de encontrar a Parejo, fue devorado por la presión en el medio campo del Atlético, que acarició el segundo en un remate de Llorente que salvó con una parada espectacular Jorgensen. Con el paso de los minutos, el Villarreal logró equilibrar el juego y a rondar el área del Atlético, casi siempre en acciones a balón parado.
El equipo de Marcelino logró encontrar por fin a Gerard Moreno entre líneas y comenzó a recuperar la posesión, aunque no lo suficiente como para poner en aprietos a Oblak. El que más cerca estuvo del gol fue de nuevo el Atlético, ahora con un disparo de Riquelme, tras un robo a Parejo, que salió a centímetros del ángulo.
Sólo en el tramo final del primer acto el Villarreal, aunque sin finura en el último pase, dio sensación de acoso y peligro, pero los remates de Gerard Moreno y Mosquera no llegaron a poner en apuros a Oblak.
Tras el descanso, el Villarreal dio un paso adelante en su propuesta mientras el Atlético sacrificaba a Riquelme para fortalecer su defensa con Savic. El conjunto de Marcelino adelantó líneas y ahogó la salida de balón del Atlético, que acabó recibiendo el empate, a los cuatro minutos, tras una pérdida de balón en zona de riesgo penalizada con un disparo de Sorloth al que no pudo llegar Oblak.
Villarreal, revitalizado con el tanto, se adueñó por completo del balón y comenzó a triangular con la velocidad y precisión habitual, obligando al Atlético a atrincherarse en su campo. Simeone intentó reactivar a su equipo con un triple cambio, dando entrada a Azpilicueta, Correa y Morata, y el Atlético recuperó la energía ofensiva.
Correa y Morata respondieron al dominio del Villarreal, liderado en ataque por un Gerard Moreno omnipresente, con dos ocasiones de gol que confirmaron la mejoría madrileña. El Atlético frenó el partido y tuvo su oportunidad en un remate de cabeza de Morata, de nuevo tras un saque de esquina, que se estrelló en el travesaño. También Parejo, tras un taconazo de Baena, acarició el gol, pero su remate, desde el interior del área, salió alto.
En pleno intercambio de golpes, una buena jugada coral del Atlético permitió a Saúl, que apenas llevaba un par de minutos en el campo, sentenciar el partido con un suave pase a la red, en la frontal del área, ante la pasividad de la defensa local.
Villarreal no se rindió e intentó salvar un punto en el descuento con un centro de Traoré que estuvo cerca de sorprender a Oblak.