El filial azulgrana se adelantó en el marcador pero pagó cara su inexperiencia ante un rival que le remontó aprovechando sus propios errores.
El Barcelona Atlético se quedó a un paso del ascenso a 2ª División, derrotado por el Córdoba (2-1) en el partido de vuelta de la final de un play-off otra vez cruel para el equipo de Rafa Márquez, superior en fútbol pero condenado por sus propios errores. Errores de juventud que permitieron al equipo andaluz remontar el inicial gol de Hector Fort y llevarse el premio con un doblete de Toril, que sentenció la eliminatoria.
El entrenador mexicano, que de acuerdo a sus palabras en las últimas semanas habría dirigido su último partido al filial en Córdoba, dotó a su equipo de una personalidad muy clara y de una apuesta futbolística muy reconocible en el club azulgrana, pero la falta de experiencia y el abusar del juego de toque, de combinación y posición, en condiciones adversas le acabó sentenciando.
La juventud invita al descaro y a veces a la temeridad. Esta mezcla de virtudes y defectos son los que llevaron al Barça Atlètic más joven que se recuerda hasta la última etapa de la temporada, hasta jugarse el ascenso cara a cara frente a un rival tutelado desde Bahréin. Un Córdoba pensado, planificado y trabajado para ascender. Mucho más que el equipo dirigido por Rafa Márquez.
También ocurre que la bisoñez, la inexperiencia, afecta en momentos de máxima tensión competitiva. Por más que la mayoría de futbolistas del Barça Atlètic conozcan la presión desde siempre en el fútbol base del club, llegados al fútbol de primer nivel, aunque sea en la tercera categoría, enfrentar a rivales como este Córdoba, o Deportivo, Gimnàstic o Leonesa, conjuntos con jugadores de mayor veteranía, les pasa factura en momentos determinados.
Por más que Rafa Márquez haya logrado en estos dos años dotar al equipo de una personalidad excelente, de unos automatismos cada vez más claros y de un juego con momentos de calidad incuestionable, los momentos de bajón se pagan caros. Y tal como le pasó en Riazor, la tarde en que ascendió matemáticamente el Deportivo ganándole 2-1, o ante el Nàstic que le arrebató la segunda posición ganándole en el estadio Johan Cruyff, en Córdoba, en el día definitivo, no pudo escapar de este maleficio de juventud.