La prestancia, magnífica, de Casadó y la aparición fulgurante de Bernal frena la búsqueda de un pivote en el Barça, que encontró en La Masia a la mejor solución.
El Barcelona ficha a Dani Olmo, mantiene en la recámara la posibilidad de incorporar a un extremo y... aparca la llegada de un mediocentro. Porque La Masia, tan preparada a menudo para salvar al club en momentos de apuro, le ha regalado a Hansi Flick una solución indiscutible. Se llama Marc Casadó y se llama, también, Marc Bernal: dos futbolistas de indiscutible adn azulgrana que en Estados Unidos han dejado claro a Deco que ni es necesario ni tampoco adecuado buscar a un pivote. Ni defensivo, ni posicional ni con llegada.
El Barça ya lo tiene en casa. Días después de que Oriol Romeu regresara al Girona, no habiendo conseguido hacer olvidar al omnipresente Sergio Busquets, la apuesta por Mikel Merino ha perdido toda consistencia. Si el club sigue temiendo por el fair play y las dudas que existen en la inscripción de nuevos jugadores, el impacto sobresaliente de Casadó y la bestial aparición de Marc Bernal provocan que en los despachos empiece a valorarse, muy seriamente, la proyección de ambos. Del primero por encima de todo.
Que la cantera siempre, o casi siempre, responde en momentos de exigencia máxima y de urgencia lo confirman los últimos en hacerse ver. Desde Gavi y hasta Lamine Yamal, pasando por Cubarsí y Balde, el fútbol base le ha proporcionado al Barça soluciones de primer nivel y en este caso, la solución al pivote apunta a tener otra vez una solución en casa.
"Sabe cuando se tiene que correr y cuando no, cuando hay que anticiparse, cómo presionar... Bernal me ha parecido extraordinario. Su forma de jugar, de controlar. Muy muy bueno", relató Pep Guardiola en Orlando, minutos después del estreno en la gira y que tuvo en el joven mediocentro a uno de los grandes protagonistas.
Rafa Márquez le dio minutos con apenas 16 años y la pasada temporada su eclosión en el filial, al lado de Casadó, fue excelente. Hasta el punto que desde el club se convenció primero a Deco y después a Flick de la conveniencia de llevarle a Estados Unidos.
Allí, claro, ha disfrutado, y convencido, Bernal al lado de Marc Casadó, su capitán en el Barça Atlètic y un guía monumental de juego. Es pivote, pero también mediocentro ofensivo, con una creatividad e inteligencia que enamoraron al entrenador mexicano en el Barça Atlètic y que está llamado a ser protagonista en el primer equipo.
En el club desde los 13 años, a una semana de cumplir los 21 a Casadó le costó hacerse ver con Xavi Hernández (30 suplencias el último curso en el primer equipo) pero la llegada de Flick le ha abierto la puerta del primer equipo de par en par.
Y el Barça puede haber encontrado, otra vez, en casa lo que tantas veces buscó fuera sin necesidad.