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América, Toluca y los equipos desecho y desechables de México

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'Turco' Mohamed: "Al América no vuelvo más" (1:06)

El DT de Toluca confieza que no piensa en dirigir a la Selección Mexicana y que no volvería a dirigir al América. (1:06)

Mientras América y Toluca brindan una cátedra sobre cómo tener éxito, entre los directivos de otros equipos no hay la capacidad para aprender


LOS ÁNGELES -- América y Toluca han dado una máster class de cómo manejar a un equipo en la Liga MX. Un Tricampeonato en Coapa y un Bicampeonato en el helado y ventoso Infierno.

¿Y el resto? Algunos intentan. Algunos de manera correcta (Cruz Azul, Tigres, Chivas), otros con tiros al aire, en busca de un chiripazo (Monterrey), mientras otros se ridiculizan queriendo abarcar más de lo que pueden (Grupo Orlegi y Grupo Pachuca).

¿Y el resto? Se debaten entre equipos desechables o desechos tóxicos. La Liga MX, en cuanto a calidad futbolística, bien podría ser una liga de ocho... y con mucha tolerancia.

Y no se trata de dinero, porque hasta detrás de los parias competitivos, hay capital, hay fondos... y hay dispendio, despilfarro. Y terminan siendo clubes-lastre (Mazatlán, Puebla, Querétaro, San Luis, Juárez, Xolos).

El epítome de lo absurdo ocurre en México: la Multipropiedad. No sólo se ensañan con tener un equipo mediocre, sino que eligen tener dos, y hasta tres o más, como los casos de Orlegi y Pachuca, que extienden sus miserias directrices al extranjero, principalmente España.

Imagínese a Jesús Martínez, crítico del plagio de Martín Anselmi por el FC Porto y Fernando Gago por el Boca Juniors, terminan asaltando al Real Valladolid, para secuestrar a Guillermo Almada para el Real Oviedo. Claro, el técnico uruguayo, en términos coloquiales, ayudó: “flojito y cooperando”.

Sí, mientras América y Toluca brindan una cátedra sobre cómo tener éxito, en su entorno, entre los directivos de otros equipos, no hay la capacidad para aprender. Se empocilgan, se arrellanan, se atrincheran en la envidia y en rumiar sus desgracias, antes que aprender.

Toluca tiene un mérito agregado: despedazó reiteradamente al mismísimo Tricampeón, y encima, busca igualar ese cintillo en este Clausura 2026. El Turco Mohamed ha puesto en la cancha hasta ocho jugadores mexicanos, cierto, accidentalmente, obligadamente, pero lo ha hecho con frecuencia.

Ciertamente hay un paréntesis en Toluca. No agradó a Valentín Díez el desplante de histeria de El Turco Mohamed contra TUDN. Al técnico lo blindan los resultados, los directivos y que está formando un grupo que puede ser una dinastía competitiva. Pero, al dueño del equipo, Valentín Díez, le parece totalmente impropio el exabrupto emocional de su entrenador.

América, en tanto, aprendió, en este año de carencias, de miserias, de fracasos, que debe limpiar el moho, el rescoldo, que se ha adherido intoxicando al equipo. Y en eso está. Además, sus contrataciones han fallado. Lamparazos de Rodrigo Aguirre, Raúl Zúñiga, Víctor Dávila y Allan Saint-Maximin, se enanizan ante las exigencias y presiones que se ciernen sobre el #ÓdiameMás. ¡Ah, y ya le regresaron a Javairo Dilrosun!

Sí, a un Tricampeón debe lacerarle la dignidad el deslomarse ridículamente hacia un #Pentafracasototote como ocurrió en este 2025.

Toluca aprendió la lección a través del América y busca fortalecer un equipo para poder jugar la próxima Liguilla sin Marcel Ruiz, Alexis Vega, Jesús Gallardo y Jesús Angulo, toda vez que los seleccionados mexicanos deberán reportarse a partir del 30 de abril. El uruguayo Emiliano Gómez encabeza la lista de El Turco.

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2:23
José Ramón Fernández defiende grandeza de Pumas ante bicampeonato de Toluca

El analista de SportsCenter dio sus argumentos para justificar que los universitarios se mantienen en entre los más ganadores.

América, en tanto, deberá desprenderse de las baratijas mencionadas, y agregar a esa evacuación a Igor Lichnovsky, Kevin Álvarez y rendirle un homenaje de despedida a Henry Martín, a quien las lesiones lo han aniquilado. Claro, le queda la opción de, así como engatusó con Oribe Peralta, tratar de venderlo a Chivas.

¿Y el resto? Tigres hizo la contratación más relevante y útil del torneo: Ángel Correa, más allá de hundir al equipo, al fallar el penalti clave ante Toluca en la Final, fue el caudillo felino en la temporada regular y en Liguilla. Necesitará apretar tuercas con Juan Brunetta y Fernando Gorriarán, porque están cortos en su potencial. Y tomar decisiones drásticas con Marcelo Flores, Sebastián Córdova y Uriel Antuna.

¿Monterrey? Queda en entredicho. Hizo la peor contratación, peor incluso que la de Aaron Ramsey con Pumas. Con vergonzosas exhibiciones, mostrando incapacidad para devolver un balón a un metro de distancia, Anthony Martial sólo le entregó un penalti en Semifinales a cambio de un contrato anual de 4 millones de dólares.

Y agréguense las anecdóticas pifias de firmar a Tecatito Corona y la sobrevaloradísima llegada de Sergio Ramos. Rayados ha sido el mayor despilfarrador de la Liga. Sentaría bien una auditoría externa. Y, bueno, su técnico Doménech Torrent se burló reiteradamente de la propia institución.

¿Cruz Azul? Otro fracaso. El mesías de los equipos chicos, como Necaxa y Puebla, fracasó con La Máquina y culpó al universo entero, sin espacio para la autocrítica. Nicolás Larcamón no pudo conciliar vestidor y cancha, más allá de eventuales errores defensivos. Pero La Máquina entiende que con inversión y paciencia puede recuperarse, aunque la versión actual desmerece ante las de Martín Anselmi y Vicente Sánchez.

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4:11
'Turco' Mohamed confiesa cómo decidió cambiar de arquero en la final

El DT bicampeón de Toluca habla sobre los cuestionamientos a su ética y moral por elegir a Luis García sobre Hugo González para la final de vuelta contra Tigres.

¿Chivas? Tras un brutal vía crucis parece haber encontrado el camino. Nada de certezas, sin embargo. Firmar a Javier Hernández y a Alan Pulido, dejar pasar indisciplinas como las de Alan Mozo, sin olvidar la “decena trágica” de contrataciones de jugadores y entrenadores con Ricardo Peláez, dejaron una merma.

Los abandonos miserables de Fernando Hierro y Fernando Gago, parecen solucionarse con Gabriel Milito. Amaury Vergara debe haber aprendido. La aparición de Armando González, lo mejor de la cosecha. La deuda es si sabrán consolidar a Hugo Camberos, al que, aparentemente promotor y familia lo han embaucado con el sueño europeo. Hoy, sin duda, Chivas vuelve, al menos, a ser protagonista.

El problema, en el fondo, no es sólo tener dinero, sino saber usarlo, y disponer de un tipo capaz de potenciar a jugadores.

Un ejemplo con Mohamed es Santiago Simón. Un tipo desechado en River Plate. Es un mastín defendiendo, pero entrega las pelotas o intenta trabajo ofensivo, de forma tan nula –o peor–, que Martial. Sin embargo, a la hora de cobrar el penal fue rigurosamente preciso. Claro, Simón, así como el rentabilísimo Nico Castro, el mismo Turco, y otros más, son de la firma de Christian Bragarnik y asociados.

En esa situación, André Jardine, a pesar de contar con el Jugador Número 12 de Coapa, el sentimiento y el sentimentalismo bélico del #ÓdiameMás, necesita ya de jugadores que entiendan ese misticismo. A veces, no basta el discurso.

Hasta aquí, queda claro, la Liga MX es una liga de seis. Se han ganado una pausa de paciencia los grupos Orlegi y Pachuca, pero necesitan olvidarse de esa caótica obsesión de acaparamiento. Dedicarse a un equipo, sólo a uno, y así completar esta Liga de ocho, esperando los habituales accidentes torneo a torneo, pero el resto, equipos desecho y desechables.

Por eso, han sido dos años y medio de cátedra pública para el gremio, para dueños de equipos y sus directores deportivos. Primero, América y el Tricampeonato. Ahora, Toluca y el Bicampeonato, con la amenaza de conseguir un tercero, y dominar en 2026, como lo hizo en 2025.

Pero, dicho está, las lecciones de ajenos sólo no las entienden o no las escuchan los sordos o los tontos... o los corruptos.