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Se acabó la racha ganadora de Luis Enrique en Copa

Getty Images

BARCELONA -- Derrotado en 2014 con un gol de Gareth Bale en los últimos instantes de la final de la Copa del Rey, la llegada de Luis Enrique al banquillo convirtió al Barcelona en intocable… Hasta que fue derrumbado en San Mamés por el Athletic.

A partir de esa derrota el Barcelona enlazó una temporada perfecta, con nueve victorias, para conquistar el título en 2015 venciendo al Athletic en el Camp Nou. Y después, en el curso 2015-16, volvió a ganar el trofeo ante el Sevilla, sumando siete victorias y dos empates (frente a Villanovense y Valencia) para mantener su carácter de invicto.

El gobierno del Barça en la Copa ha sido absoluto y total durante dos años completos, que siguió con la primera eliminatoria de esta temporada frente al Hércules, con empate y victoria, antes de vérselas frente, otra vez, ese Athletic que tantas ganas parece tenerle, por lógica, a un equipo que le amargó en tres finales en los últimos siete años y que jugó como si no existiera un mañana.

Y se acabó la racha. Viendo la segunda mitad no pareció que fuera el mismo partido de la primera. El Barça apareció en el césped con una imagen desconocida, falto de intensidad y superado por un rival enrabietado que le arrolló de entrada… Hasta que pareciendo que empezaba a cambiar el guión recibió dos bofetones casi seguidos que le dejaron noqueado de forma inesperada.

De ahí al descanso el Athletic disfrutó y en pleno sufrimiento azulgrana se sumó a la fiesta el árbitro, no queriendo saber nada de un penalti a Neymar que acabó de descentrar al equipo de Luis Enrique, agobiado e indignado a partes iguales y obligado en el segundo tiempo a cambiar su imagen.

Lo hizo, empujado por Messi, pero no le bastó, ni con las dos expulsiones forzadas por Neymar, para igualar un marcador que provocó más un resultado llamativo que un desastre por si mismo.

El Barça deberá remontar en el Camp Nou a un Athletic que en sus dos últimas visitas se llevó tres y seis goles, lo que presenta al campeón como, a pesar de la derrota, favorito para alcanzar los cuartos de final.

Sin embargo, para la historia quedará este partido en que el Barcelona de Luis Enrique dejó de ser imbatible en la Copa del Rey.