Cristiano Ronaldo perdió la cabeza y se enfrenta a una dura sanción. El atacante estrella del Real Madrid podría recibir entre cuatro y 12 partidos de suspensión tras propinarle un empujón al árbitro Ricardo de Burgos tras ser expulsado al minuto 82 del encuentro de ida de la Supercopa de España en que el Real Madrid venció por 1-3 al Barcelona.
Cristiano Ronaldo participó poco más de 20 minutos en el primer clásico de la temporada y le alcanzaron para todo: desde encaminar la victoria con un golazo hasta perder la cabeza arriesgándose a dejar huérfano a su equipo, cuando menos, cuatro partidos.
Cristiano Ronaldo entró al minuto 58, con el empate 1-1 en el marcador después de que Piqué adelantara a los blancos con un autogol y Lionel Messi pusiera las tablas después de que el árbitro concediera un dudoso penal al Barcelona.
Al 81’, y después de ver un tanto anulado por fuera de lugar, Cristiano Ronaldo puso el 1-2 con un golazo. Los merengues celebraron por todo lo alto. El luso, el que más: lo hizo quitándose la camiseta a sabiendas de que sería amonestado. Lo que no podía saber es que un minuto después sería expulsado al ver su segunda amarilla tras simular un penal. Cristiano terminó de perder la cabeza y propinó un empujón al colegiado.
Según consta en el acta del colegiado Ricardo de Burgos Bengoetxea, “una vez mostrada la tarjeta roja, el jugador me empujó levemente en señal de inconformidad”.
El empujón al árbitro constituye una “falta grave” según la normativa vigente de la Federación Española de Futbol, misma que está penada con una sanción de entre cuatro y 12 partidos.
El Real Madrid ha anunciado a través del técnico Zinedine Zidane que acudirá al Juez Único del Comité de Competición para recurrir la segunda amarilla, al considerar que no hubo intención del jugador de engañar al árbitro.
“No me voy a meter con el árbitro; hicimos un gran partido y sí, a lo mejor me puede molestar la expulsión de Cristiano. A lo mejor no hubo penalti, pero la tarjeta me parece un poco fuerte. Vamos a intentar cambiarlo para el miércoles”, señaló Zidane tras el encuentro.
Igual que el resto del equipo merengue, en caliente y sin haber visto aún el acta, el entrenador cerró filas en torno a su estrella.
Pero aún si el Comité de Competición, e incluso el de Apelación, deciden quitarle la tarjeta amarilla, tendrá que cumplir varios partidos de sanción en la Liga por la agresión al colegiado.