El nombre de Francesc Satorra en la historia del Barcelona puede que no te resulte familiar, pero es casi seguro que lo reconocerás.
Satorra, más conocido como "El Observador", se retiró después de 41 años en Barcelona, y finalmente habló sobre el incidente que lo catapultó a la fama y un estatus de culto: Cuando José Mourinho le picó el ojo a Tito Vilanova.
Satorra pasó cuatro décadas en el Camp Nou, donde estuvo a cargo de la logística del partido. Supervisaba que los jugadores pudieran entrar y salir del estadio sin ningún problema, mantener la zona mixta en orden y ver los partidos desde una posición privilegiada en el túnel.
La mayor parte de su trabajo se llevó a cabo en silencio, pero todo cambió una noche de agosto de 2011, cuando el Barcelona recibió al Real Madrid por la Supercopa de España.
El tanto ganador de Lionel Messi al minuto 88 le dio el trofeo al Barça y provocó escenas de violencia. Jugadores y cuerpos técnicos se enfrentaron y el entonces entrenador de Madrid, Mourinho, se dirigió hacia Vilanova, el asistente de Pep Guardiola en ese momento, y le metió un dedo a un ojo.
"El incidente de Tito y Mourinho fue una de las peores peleas que he visto en el Camp Nou", dijo Satorra a RAC1 el lunes. "Fue al final del juego. Salí y encontré a Mourinho que iba a saludar a Tito, pero luego lo golpeó en el ojo".
Satorra no estuvo involucrado en el incidente, pero se ubicó perfectamente en segundo plano. Su rostro sin emociones fue capturado entre Mourinho y Vilanova y se volvió viral en las redes sociales, lo que le valió el apodo de "El Observador".
"No lo podía creer por unos segundos, luego Tito lo apartó con su brazo", agregó. "Esa imagen apareció en todo el mundo. Me dijeron que era un tema de tendencia; no sabía qué significaba en ese momento.
"Desde ese momento en adelante me llamaron 'El Observador', ahora eso es algo que forma parte de mí. Desde ese día, la gente ha querido tomarse fotografías conmigo. Hicieron camisetas con mi foto. Muchos jugadores han querido tomarse fotos conmigo, también".
La aparición de Satorra fue perfecta. Si hubiera salido del túnel un segundo antes o después, puede que no se haya encontrado en el lugar correcto cuando Mourinho golpeó a Vilanova. Tal como estaba, se ubicó en una posición ideal para observar la agresión. Nació una leyenda.
Una vez que el furor se calmó, Satorra emergió como el verdadero héroe. Regularmente posa para fotografías con periodistas y jugadores visitantes. Incluso se han hecho camisetas en su honor.
Satorra ahora puede disfrutar de su fama en el retiro. Se retiró la semana pasada y fue uno de los invitados de honor en la victoria del Barça sobre Levante, donde el club catalán selló el título de liga. Sentado en el palco presidencial junto a Josep Maria Bartomeu, el público del Camp Nou le dio una gran ovación. Ahora puede disfrutar observando al Barcelona desde las gradas.