La Masia, el gran tesoro del Barcelona, se encuentra en una crisis porque es imposible mantener la producción de futbolistas estelares en cada temporada, pero esta campaña han salido un par de joyas dignas de generar esperanza.
Se trata de Riqui Puig y Ansu Fati, sobre quienes no se puede recargar la exigencia a títulos del club catalán, pero si muestran el compromiso y personalidad que le gusta al entorno blaugrana.
Este tema fue abordado por Martín Ainstein en su podcast ‘El diario de Martín: Los niños del Barcelona’, donde charló con Moisés Llorens, corresponsal de ESPN en la ciudad del mismo nombre, para ahondar en detalles finos que sólo un insider del equipo culé puede compartir.
“Muchos creían que La Masia era inagotable, incluso una vez Tito Villanova, en un partido del Barcelona contra Levante, alinea 11 jugadores formados en La Masia. Muchos creyeron que cada año iban a salir cuatro o cinco jugadores del perfil de Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, Pedro; eso es imposible. Además, al Barcelona la FIFA le pone una sanción por contratar jugadores de forma delictiva, y eso ha cortado mucho la proyección de futbolistas entre ellos Take Kubo, que tuvo que regresar a Japón porque no puede jugar en otro país que no sea el suyo por una normativa de la FIFA”
En la plática, Llorens y Ainstein coincidieron en que no todo está perdido para el futuro del Barcelona, pues Puig y Fati albergan esperanzas en un entorno que pinta para ceder el título de La Liga 2019-20 al acérrimo rival, el Real Madrid.
“Son jugadores que tienen muchas cosas que aprender, pero aportan cosas diferente teniendo 17 años andar y 19 Puig. El Barca, lo positio que puede sacar de esta temporada es haber apostado de estos dos chicos, a los cuales les siguen otros interesantes como un zurrido llamado Alex Collado, que es el interior zurdo de ese centro del campo. Si que hay materia prima y el Barca debería sacar provecho”, afirmó Llorens.