BARCELONA -- Quince partidos después Ronald Koeman, por primera vez, pareció rendirse a la evidencia. Si hasta hoy su discurso, intocable, se centraba en que "queda mucha temporada por delante", tras el empate frente al Eibar ya admitió que pensar en ganar la Liga es poco menos que una quimera.
"Siendo realista el campeonato está muy complicado. Nada es imposible en esta vida pero hay que reconocer que rebajar la distancia de puntos con el Atlético, que está muy bien, va a ser muy difícil" proclamó el entrenador holandés, sincero y con un tono derrotista que no se le había contemplado antes.
Koeman admitió esa circunstancia pero se mantuvo inalterable en proclamar que su equipo, como en otros partidos, debió ganar porque, afirmó, "hemos hecho un buen partido", recuperándose, aseguró, de una primera mitad en la que no salieron las cosas como esperaba.
"En la primera parte tuvimos problemas para sacar el balón desde atrás. No buscamos juego entre líneas y no sé porqué, por miedo de arriesgar de jugar arriba... Pero hemos tenido oportunidades otra vez" solventó, sin querer entrar a valorar si la ausencia de Messi había sido la decisiva.
"No quiero decir que nos faltaba gente experimentada... Hay una transición en el equipo, hay lesiones y jugamos con muchos jóvenes. Pero hoy había bastante expriencia en el equipo y sí, nos faltaba Leo que marca diferencias, pero la sensación es de pensar que no es posible no haber ganado porque hemos creado bastantes ocasiones, fallamos un penalti, regalamos un gol en su único remate a portería... Han sido muchas cosas en contra" lamentó el entrenador holandés, quien rechazó que la falta de Messi fuera tan trascendental.
"No hemos ganado por no estar Leo... Hemos hecho un buen partido pero nos cuesta marcar y como en otros partidos, los errores individuales nos han pesado demasiado. Ha pasado como en otros partidos" resumió.