Ganador en San Mamés, estadio especialmente antipático y en el que acumulaba dos derrotas y un empate en sus tres últimas visitas. El Barcelona enlazó su séptima jornada de Liga sin perder (cinco triunfos y dos empates) y se catapultó hasta la tercera posición del campeonato, lejos de los dos equipos de Madrid pero, por fin, mostrando una imagen acorde con la grandeza que se le supone. Que se le espera.
Lionel Messi sonrió con dos goles, dos disparos al palo y una especial conexión, otra vez, con el joven Pedri, que abandonó Bilbao con la confirmación de que el Barça ha descubierto a otra estrella. Si el curso pasado alumbró Ansu Fati, ahora es el turno de otro 'jovenzuelo', un canario capaz de jugar como veterano, que hace el fútbol fácil y tan simple que es difícil de interpretar para quien no esté atado a su calidad. Y Messi, capitán y faro de este equipo, sabe que rodeado de peloteros de esta calidad tiene la oportunidad de volver a disfrutar.
😉 ¿Por qué el gol de @Pedri en el #AthleticBarça es único? pic.twitter.com/5py90I8dbP
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) January 6, 2021
Leo, como De Jong, como Dembélé, como Pedri y hasta como Griezmann, no solo disfrutó de una noche feliz en Bilbao sino que, logrando por primera vez en el campeonato enlazar dos victorias lejos del Camp Nou, avisó que con el nuevo año puede soñar con abandonar la depresión y conquistar la ilusión.
Decía Cruyff que 'Una flor no hace verano' y es evidente que es pronto, muy pronto, para echar las campanas al vuelo. El Atlético de Madrid, con dos partidos menos, aventaja al Barça en siete puntos y en cinco lo hace el Real Madrid. Pero alrededor del equipo azulgrana, que este miércoles jugó de amarillo, se puede empezar a instalar la sensación de, como quiere Ronald Koeman, estar en el momento oportuno para comenzar el crecimiento definitivo.
Recuerda, o mejor dicho podría recordar, a aquella primera temporada de Fran Rijkaard en el banquillo. Otro holandés en tiempos convulsos y que tras 17 jornadas de Liga tenía al equipo en novena posición y a quince puntos, quince, del Real Madrid, entonces líder con 39 puntos. Rijkaard estuvo cerca del cese, el entonces presidente Joan Laporta le mantuvo en el puesto contra viento y marea. Una fecha después (3-0), enlazó 15 victorias y dos empates para, contra todo lo imaginado, llegar a soñar con un título de Liga que no se conquistó por poco.
No se sabe hasta donde podrá llegar este Barça de Messi, con Pedri en crecimiento, De Jong desatado, Dembélé disparado y que espera la recuperación de Ansu Fati para redondear su ilusión. Es posible que ante el Granada regrese la decepción y que la Supercopa pueda catapultarle al éxito o derrumbarle al fracaso... Pero visto lo visto en Bilbao el equipo de Koeman dio, por fin, una sensación de ilusión.
Tercero en la Liga, en crecimiento y esperanza. Así, al menos en la noche de Reyes, vivió el Barça en San Mamés.