Joan Laporta es el nuevo presidente del Barça y después de un mes en el cargo vivirá su primer Clásico con el club azulgrana instalado en la felicidad.
El equipo azulgrana depende de sí mismo para conquistar LaLiga y desde la llegada de la nueva directiva se contempla alrededor del Camp Nou un cambio de hábitos que no se recordaba en el Real Madrid. Pero que sí conoce Florentino Pérez.
"Laporta le incomoda. Eso es un hecho. No es solo su carácter desenfadado, sino, más que eso, su audacia y capacidad" desveló a ESPN Deportes una fuente directiva del club azulgrana, donde la depresión ha dejado paso al optimismo. Y a dar a entender que para nada el Barça es un club en derribo como se entendía no hace tantos meses.
La reunión con Mino Raiola para hablar de Haaland puede presentarse como un golpe de teatro, pero provocó que Laporta devolviera la imagen perdida al club azulgrana y la reacción inmediata desde el Real Madrid, que se ocupó muy mucho de filtrar el posterior viaje del representante del noruego a la capital para entrevistarse con el club merengue.
Lo que en otras circunstancias habría sido probablemente ocultado con celo por Florentino Pérez fue esta vez proclamado a los cuatro vientos como respuesta mediática para desactivar el golpe de efecto de su viejo conocido, que ha vuelto al escenario en plena forma...
Laporta se estrenará el sábado en el palco del estadio de Valdebebas y recibirá la felicitación personal, ya se produjo a través de un mensaje de móvil, de Florentino, que con la mejor de sus sonrisas se mantiene alerta por la llegada al mando del Barça de ese antiguo colega que en su día fue protagonista destacado en su dimisión.
LA HISTORIA
El 27 de febrero de 2006, un día después de que el equipo que dirigía López Caro perdiera (2-1) en Mallorca, Florentino Pérez arrojó la toalla y presentó su renuncia irrevocable como presidente merengue. Aquel Barça destartalado heredado por Laporta de la nefasta época de Joan Gaspart en junio de 2003 había hecho trizas a su Madrid Galáctico.
Primero, en 2004, descabalgándole en una Liga que tenía en su mano el equipo merengue a finales de febrero y en la que acabó cuarto, después conquistándole el título en 2005 y, por fin, en noviembre de aquel mismo año, arrasando en el mismísimo Bernabéu (0-3) con la recordada exhibición de Ronaldinho.
"Quizá he maleducado a los jugadores cuando lo único importante es el Real Madrid. El único culpable soy yo", reconoció la tarde en que presentó su dimisión, dando cuenta que los Galácticos acabaron por devorar a un club instalado en la autocomplaciencia y en el que sus estrellas no atendieron a la rebelión del Barcelona.
Los primeros años de la presidencia de Laporta en el Camp Nou mostraron un atrevimiento y audacia que tomaron por sorpresa en el Bernabéu.
Comenzó por arrebatarle el fichaje de Ronaldinho (a quien creyó tener convencido Florentino para mantener un año más en el PSG para luego llevarle al Madrid) con la pantalla de Beckham, siguió con el fichaje de un Samuel Eto'o al que el presidente merengue despreció sin atender la jugada entre Laporta y Mateu Alemany (hoy director de fútbol azulgrana y en aquel momento presidente del Mallorca) y se convirtió ya en pesadilla en cuanto el Barça se convirtió en referencia futbolística en paralelo a la caída madridista.
Carlos Queiroz, José Antonio Camacho (que dimitió tras dirigir apenas seis partidos), Wanderley Luxemburgo y Juan Ramón López Caro, (con la presencia interina de García Remón) dirigieron al Real Madrid durante las poco más de dos temporadas y media que compartieron presidencia Florentino Pérez y Joan Laporta, mientras el mandatario azulgrana mantuvo imperturbable, su confianza en un Frank Rijkaard que tres meses después del adiós del presidente merengue condujo al Barça a la conquista de la Champions y a su segunda Liga consecutiva.
Laporta se convirtió en la peor de las pesadillas de un Real Madrid que si entre 1999 y 2003 había conquistado hasta ocho títulos (dos Champions y dos Ligas), hasta 2007 no volvió a ganar ninguno, cuando Florentino ya se había marchado.
Y no le fue precisamente mejor su segundo cara a cara, entre su regreso en el verano de 2009 y la marcha de Laporta en junio de 2010. Solo fue una temporada… En la que bajo la dirección de Guardiola el Barça le ganó una Liga llamada a ser la de la reconquista, con Cristiano Ronaldo, pero volvió a ser azulgrana.
Siete Clásicos enfrentaron como presidentes Florentino Pérez y Joan Laporta con dos victorias para el Real Madrid y cinco para un Barça que le tomó la medida, siendo el mayor dolor de cabeza para el presidente merengue... Que este domingo recibirá con la mejor de sus sonrisas y la mayor de las desconfianzas a su viejo conocido en Valdebebas.
Sabe como se las gasta su rival. Y ya vivió en primera persona duelos directos, con la Liga en juego, que se convirtieron en desastres.