TOULOUSE, Francia -- Si un diez de junio, de 2008, España debutó con una goleada frente a Rusia en la Eurocopa que acabó por conducirla al título, un 13 de junio de 2014 la campeona del Mundo debutó en el Mundial de Brasil con la peor pesadilla que podía imaginarse.
La Roja, apuntada de forma unánime como la gran favorita para revalidar el título conquistado en Sudáfrica, fue aplastada de mala manera por Holanda, más naranja mecánica que nunca, en una segunda mitad que ha pasado a los libros de los horrores de la historia moderna del equipo español.
Marcó de penalti Xabi Alonso, falló Silva el 2-0 antes del descanso… Y también antes del descanso Van Persie, con un cabezazo monumental, consiguió la igualada para el equipo dirigido por Van Gaal. A partir de ahí ‘se hundió el Titanic’.
La segunda mitad de aquel estreno mundialista en el Arena Fontenova de Salvador de Bahia fue una pesadilla que todavía se mantiene en el imaginario. Robben, De Vrij, Van Persie y Robben anotaron cuatro goles más entre los minutos 53 y 80 que derrumbaron como nunca se hubiera imaginado a una España que sufrió la peor goleada con que se estrenaba una campeona del mundo.
“No pensamos en ello. Yo, por lo menos, tengo más presente la Eurocopa de 2012” advirtió el sábado Pedro, en un mensaje que se ganó todo el espacio del vestuario español. “Tenemos en la memoria la decepción de Brasil y eso nos hace estar más centrados que nunca” confirmó Iniesta, mientras Sergio Ramos puso el acento en que “no siempre se gana, pero queremos, cuando acabe, irnos con la cabeza bien alta”.
DERROTA Y DEPRESIÓN
En el interior del camerino español se intenta aislar todo el ambiente de ese mal recuerdo porque no es un secreto que la derrota acaba conduciendo a la depresión.
Aquel 13 de junio, hace ahora dos años, España sufrió en primera persona una decepción que no la abandonó y que provocó que al cabo de cinco días, en Maracaná, Chile acabase con todas sus esperanzas con un 2-0 inapelable que la eliminó y la deprimió de mala manera. Nunca una campeona se había ido a la calle a las primeras de cambio.
La República Checa se presenta, de acuerdo a lo anunciado por Sivok, con “toda la pasión” y dispuesta a seguir el ejemplo de aquella Holanda que hizo saltar por los aires las esperanzas de la Roja.
Porque hay días inolvidables. Para lo bueno… O para lo malo. Y ese 13 de junio, al menos hasta este estreno en Toulouse, se mantendrá entre las fechas de pesadilla para el fútbol español.