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Opinión: ¿Qué motivó a Del Bosque a exhibir a Casillas?

MADRID -- ¿Para qué fue a soltar aquello de "me despedí de todos menos uno"? El mismo día en que se confirmó su marcha de la Selección Nacional, en un programa radiofónico en cadena nacional de considerable audiencia, con todos pendientes de lo que tendría que decir al respecto y en de una explicación digerible sobre "el fin de ciclo" que España se tardó dos años en aceptar aunque se consumara en el momento que se llevó un saco de cinco goles de Holanda. Vicente del Bosque no dio explicaciones. En su lugar, se fue sobre Iker Casillas. Ni más ni menos.

La decisión de partir ya estaba tomada antes de que se disputara el torneo (era un secreto a voces) y la explicación del fracaso de su equipo (sigue eludiendo el término, por cierto), se volvió irrelevante.

La historia, que a estas horas ya está en boca de todo mundo, se resume más o menos así: Iker se entera de que sería suplente en la Eurocopa en una conversación de "un minuto" en un pasillo, al parecer. No le gustó. El 20 de junio, previo al encuentro frente a Croacia, el entrenador de porteros José Manuel Ochoterena le pregunta: "¿Cómo estás?". Iker interpreta que va a jugar y al día siguiente, horas antes del arranque, Onda Cero informa que Casillas sería titular. No lo fue, claramente. De hecho no jugó ni un minuto en Francia. Más se enojó, y por lo que dijo del Bosque anoche, se portó fatal con el cuerpo técnico.

"Seguro que Casillas está dolido conmigo; con sus compañeros ha estado perfecto, con el cuerpo técnico 'comme ci, comme ça'", reveló en El Larguero de la Cadena Ser. También que "sabe mal que con nosotros (cuerpo técnico) no haya estado como estuvo con sus compañeros", que había mandado mensajes de despedida a todos menos a Iker, que lo decía "con toda sinceridad", y que "pues a lo mejor nos equivocamos con él".

¡Boom! Fuenteovejuna inmediatamente interpretó que, claro, "Mourinho tenía razón", "si así se portaba con Diego López" y "siempre ha sido el topo". Y sí, hay un factor en común. Y también es cierto que Diego López, apenas se vio libre del Madrid, admitió que su relación con Iker era nula. Y hasta Keylor Navas ha soltado por ahí que se lleva mucho mejor con Kiko Casilla. Claro, desde el status de indiscutible y aclamado por el madridismo como héroe, todo debe lucir más bonito.

Y luego vinieron los golpes de pecho. "Pero ¿cómo es posible que se porte así con alguien que lo defendió a capa y espada?". Horror. "Malagradecido" fue la más leve que le cayó al portero. Del Bosque se había mantenido leal, lo había arropado y lo mantenía como titular aún cuando estaba en la banca en el Real Madrid.

Quizás Casillas se creyó de verdad que sería titular. Vamos, que un tipo que lleva ocho años trabajando con el mismo cuerpo técnico debería ser capaz de distinguir cuándo lo están contemplando para jugar y cuándo le preguntan '¿cómo estás?' por hacer plática (que así lo pintó Del Bosque). Un tipo que ha jugado 167 partidos con su selección con tres técnicos diferentes y que ha portado el gafete de capitán durante años, tonto, lo que se dice tonto, no debe ser.

A este punto el ambiente en torno a la selección era todo menos sano. No ayudaba el 'timing' de un periódico de información general para destapar el caso Torbe que embarra a De Gea, ni las inoportunas palabras de Pedro y mucho menos la absurda cacería de brujas en contra de Gerard Piqué -un día de estos le van a empezar a contar los respiros.

Que estallara era previsible; pasó tras el Mundial con los reproches de Alba contra un reportero crítico o la lapidaria aceptación de Xabi Alonso de que "este equipo ya no tiene ambición"

Lo sorprendente es que fuera Del Bosque el que apretara el detonador cuando nunca había sido tan directo, tan contundente para señalar a un jugador.

Ya no queda tan claro que no sea afecto a ventilar trapos sucios, porque suele hacerlo veladamente. A Iker se la tenía guardada desde la derrota ante Croacia y de hecho empezó a ventilar el conflicto ese mismo día, en que por enésima ocasión, la "situación de Casillas en la selección" era el tema de conversación.

Tras la derrota contó en Radio Marca que a Casillas "nadie le ha dicho que iba a jugar", que "Ochoterena le habría preguntado ¿cómo estaría?, igual que todos los días le preguntó a Iniesta o a Pepito Pérez o al otro. Y si alguien ha dicho algo (de su presunta titularidad), no es del cuerpo técnico, desde luego".

Eso fue diez días antes de que acudiera a los estudios de la Cadena Ser a barrer con todo. ¿No había sido lo suficientemente público el reproche?

Iker no se ayuda, como de costumbre. La madurez nada más le alcanzó para despedirse posteando un video de Rambo en sus redes sociales. ¿Qué quiso decir con eso? Él sabrá.

Hay quien pide que Casillas dé su versión (y no vía twitter), pero pueden esperar sentados. No suele hacerlo. O no a tiempo. ¿y qué va a decir? ¿que en su cabecita seguían pesando los galones porque a eso lo acostumbraron? No le dieron explicaciones porque tampoco se las debían; un jefe decide y punto. Lo debió ver venir dado el nivel de David de Gea, edad, forma, etc.

Si ni así lo entiende, ya vendrá otro berrinche, pero por lo pronto, Del Bosque ya se ha encargado de que nunca más sea convocado a la selección. Venga Caparrós o quien sea.