Si Fredy Sontay pudiese volver al momento justo en el que tomó la decisión más importante en su carrera profesional, seguramente volvería al día en el que tuvo una charla con Amarini Villatoro en el estadio Juan Ramón Ponce Way de Carchá, Alta Verapaz. Él era jugador y Amarini su entrenador.
“Me dijo que era una buena edad para dar el paso. Le agradecí y me fui”. Sontay se refiere a la charla que tuvo con el actual seleccionador de Guatemala hace siete años. Había iniciado la pretemporada con los Peces Cenizos, pero surgió la oportunidad de dirigir y decidió colgar los botines.
Todavía tenía edad para jugar, era volante de contención. La charla con Villatoro le sirvió para convencerse. Dejar de ser futbolista no es fácil. Hoy, Fredy Sontay es uno de los asistentes técnicos de la Selección Nacional de Guatemala al mando de Amarini.
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— ESPN Guatemala (@ESPN_GT) May 5, 2020
El estratega nacional nos cuenta cómo fue su estancia en el país tico:
"Fue un antes y un después en mi carrera como técnico. Yo estaba entre la espada y la pared". https://t.co/OFNGeKeuE6
Eso sí, la amistad surgió antes. El estratega de la Bicolor lo dirigió en la categoría Sub-20 de Cobán Imperial, después lo llevó a Potros del Tecnológico, un equipo de tercera división con el que ascendieron. En el 2013, Villatoro lo llamó para reforzar a Carchá, pero ya no alcanzó a debutar. A media pretemporada se retiró.
“Tenía 25 años y estaba por arreglar -firmar contrato-, pero me ofrecieron dirigir una selección femenina Sub-17 de Cobán para representar al departamento en juegos nacionales. Yo estaba sacando el nivel dos de entrenador y asumí el reto”. Así comienza la historia de Sontay en los banquillos.
Amistad y confianza
En el 2016, Villatoro vuelve a ratificar la confianza hacia Sontay y lo recomienda en Guastatoya. Asume como coordinador deportivo, más tarde se convertiría en técnico de la categoría Sub-20 y conseguiría un histórico título y un subcampeonato. En el 2018, asume oficialmente como asistente técnico de Amarini y juntos llevan al equipo Pecho Amarillo a la gloria, consiguen el bicampeonato de Liga Nacional.
Cuando Villatoro fue llamado a la Selección Nacional (marzo 2019) pidió a Sontay y a Edwin Rivas, sus asistentes en Guastatoya. “Antes de ser asistente y entrenador, somos amigos. Me sirvió mucho ser jugador de él. Ya sé que es lo que quiere de los futbolistas. Él es una persona muy humilde y abierta, le he aprendido mucho”.
“Valoramos que nos escuche. Hay otros técnicos que son cerrados, pero él es distinto. Somos amigos, pero en el trabajo somos muy serios y tratamos de ser lo más profesionales posibles”. Sontay y Rivas se encargan de los trabajos ofensivos en los entrenamientos y en los juegos hacen la lectura del rival.
Agradecido
“No tengo palabras para agradecerle a Dios, es una gran bendición estar en Selección. Cantar el himno desde el banquillo es una sensación única”, el cobanero agradece cada proceso, cada momento. “Si uno tiene un sueño, lo puede cumplir”, afirma.
No se olvida de sus inicios, de los primeros jugadores a las que dirigió, de los chicos en las fuerzas básicas en Cobán, de sus jugadores en Guastatoya. Apunta a seguir aprendiendo y no descarta emprender su propio vuelo más adelante.
Por lo pronto, sin poder volver a las canchas, Fredy trabaja desde casa y aprovecha el tiempo para estar con su esposa y con su pequeño de un año y seis meses.