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El análisis de Ramón Raya: "Guatemala debió haber ganado por su superioridad técnica y táctica"

La Selección de Futsal de Guatemala perdió 6-3 el partido ante Egipto y su clasificación a los Octavos de Final del Mundial de Lituania se ve complicada

En un partido en donde Guatemala pudo y debió haber ganado por su superioridad técnica y táctica, los errores mentales de lo últimos 5 minutos le costaron una derrota que ahora los deja a merced de otros resultados y con la obligación de buscar una victoria contra Rusia que llega ya clasificada a la siguiente ronda.

Usando a la ofensiva un 3-1 que se convertía a 4-0 por momentos, Guatemala después de un inexplicable inicio dubitativo, dominó gran parte del juego ante un equipo egipcio que no terminaba por tener orden pero que encontró en un gol tempranero la ventaja. Poco a poco las dos cuartetas chapinas fueron ganando terreno y posesión hasta que cayó el empate de José Carlos Mansilla después de un robo en presión alta de Edgar Santizo.

El profesor Estuardo De León intentó algunas variantes con Alvarado en algún momento, el cual tuvo tres oportunidades claras de gol que no supo concretar. Hay que mencionar que es muy marcada la diferencia entre ambas cuartetas en cuanto a movilidad y dinámica. La cuarteta titular con Santizo, Mansilla, Sandoval y Enríquez es mas lenta que la cuarteta de Aguilar, Wanderley, Patrick y Campaignac. Esta carencia de dinámica también le pasó factura a la hora de defender y aunque los goles en contra se repartieron entre ambas, los jugadores experimentados cometieron errores que terminaron por costar el partido.

Todo parecía indicar en el segundo tiempo después de las ventajas de 2-1 y de 3-2, que Guatemala entendería su superioridad técnica y táctica, pero fue aquí que se vino la debacle psicológica. Era lógico y normal que un equipo que puede quedar eliminado y que va perdiendo tenga una reacción. Solo que Guatemala pareció sorprendida y empezaron a caer los errores de marcación, permitiendo a Egipto recuperarse hasta llegar a tener una ventaja que obligó incluso a usar al portero jugador sin poder ser paciente. El resultado de todo esto, un gol más en contra que terminó por liquidar el juego 6-3.

Un marcador que no refleja lo que sucedió en el partido pero que desafortunadamente repite esa falla competitiva que ha tenido esta selección en sus participaciones mundialistas. Ahora no queda más que levantar la cara, esperar resultados y ¿porqué no? ganarle a Rusia. Situación difícil, más no imposible.