Liverpool era amplio dominador y se perfilaba para anotar el segundo gol ante Manchester United en la fecha 32 de la Premier League. Sin embargo, un error en defensa le abrió la puerta a un tremendo golazo de Bruno Fernandes que fue de otro partido.
Los Reds habían empezado el segundo tiempo igual que lo habían terminado el primero. Presionaban al United y se acercaban con muchos hombres al arco de Onana.
A los 50, cambió el voltaje de las acciones. El central Quansah tenía la pelota sin resistencia e intentó jugar con Van Dijk, su compañero de zaga. Se quedó corto y la bola quedó en los pies del portugués Bruno Fernandes, que allí demostró por qué es un genio.
El volante del United no lo pensó ni un segundo y le pegó de primera y desde muy lejos sorprendiendo a un Kelleher que estaba lejos del arco apoyando a sus centrales para salir jugando.
La bola se metió y desencadenó la locura en Old Trafford, que celebró un inesperado empate en casa.