Si en octubre el Barça volaba en LaLiga y perseguía récords positivos, el fin de año no ha podido ser más desolador y preocupante... Los números ahora son negativos.
BARCELONA -- El Barça de Hansi Flick comenzó la temporada hinchado de felicidad y al cabo de cuatro meses se marcha de vacaciones desolado e incrédulo. El equipo que batió récords goleadores y rozó marcas históricas de victorias consecutivas de una Liga en la que le vistieron como favorito máximo, y casi único, es ahora un juguete roto. Los records... son negativos.
El Atlético del Cholo Simeone conquistó una victoria histórica en Montjuïc... Pero, además, confirmó que este Barça (solo 5 puntos de los últimos 21 disputados) sufre de un desplome liguero que nadie habría sospechado. Y, lo más preocupante, le acerca a números de auténtica pesadilla.
El Barça de Flick no mereció perder ante el Atlético. En absoluto. Y mereció ganar en Vigo al Celta y pudo hacerlo, holgadamente, al Leganés... Pero la realidad dibuja una certeza totalmente diferente y presenta a un equipo que atraviesa una racha no recordada desde 2002, cuando entre noviembre y diciembre, como ahora, sumó solo cinco puntos en siete jornadas, merced a una sola victoria (1-0 al Villarreal), dos empates (1-1 en Santander y 0-0 contra el Real Madrid) y cuatro derrotas (2-0 en La Coruña, 2-1 en San Sebastián, 1-0 en Vallecas y 0-3 ante el Sevilla). El entrenador de aquel momento era Louis van Gaal... que acabó siendo despedido a finales de enero de 2003, al cabo de cinco partidos.
No parece, ni por asomo, que el futuro de Flick esté en duda. La nueva personalidad futbolística del Barça, mucho más agresivo y vertical en ataque, presionante en la salida de balón rival y atrevido (casi suicida) en faceta defensiva ha calado entre la hinchada y ha sido bien recibido por un gremio periodístico mucho más comprensivo con el entrenador alemán de lo que fue con sus predecesores.
Pero eso no evita sonrojarse al contemplar que este Barça ha completado la tercera peor primera vuelta en veinte años, con unos números solo superados (a peor, en 2020 y 2021) y que por primera vez desde 1987 (y por tercera ocasión en toda la historia) ha enlazado tres derrotas ligueras en casa. En aquella ocasión ganaron consecutivamente Sevilla (1-2), Valencia (0-1) y Atlético Madrid (1-2), provocando las dos primeras el despido de Terry Venables y la llegada de Luis Aragonés al banquillo, quien no pudo cambiar la dinámica de un equipo derrumbado y deprimido.
En cuanto a la puntuación, solo los 37 puntos de la temporada 2020-21 y los 31 de la 2021-22 (una racha que comenzó Koeman y tras cuyo cese continuó Xavi) han sido peores que los 38 puntos que suma el equipo de Flick en la actualidad.
También la capacidad goleadora se ha dejado notar. Si en las primeras siete jornadas del campeonato, solventadas con siete victorias que provocaron un estado de euforia hoy olvidado, el Barça marcó 23 goles, en las siete últimas se ha quedado en 11 dianas (y teniendo en cuenta que cinco se marcaron en un mismo partido, Mallorca).
Lewandowski es otro factor a tener en cuenta para explicar la realidad del equipo azulgrana. En las primeras 11 jornadas del campeonato se disparó hasta los 14 goles (ganando todos aquellos encuentros)... Y en los siguientes siete partidos ligueros solo ha anotado dos goles (sin que se ganase ni en Sevilla al Betis ni en Vigo al Celta).
El Barça descansa hasta el 29 de diciembre, cuando volverá a los entrenamientos con el partido de Copa en Barbastro en el escenario. Después vendrá una auténtica prueba de fuego con la Supercopa de España en Arabia Saudita y hasta el 18 de enero, en Getafe, no volverá a esta Liga que en octubre era una exhibición y en diciembre una pesadilla.