En el Etihad Stadium, Manchester City cumplió con sus obligaciones al golear por 5-1 al Luton Town y subirse a la cima de la la Premier League, a falta de que jueguen el día domingo Arsenal y Liverpool.
"Tenemos un problema, estamos muy cansados", había dicho el día anterior Pep Guardiola, quien decidió preservar a figuras como Rodri, Jack Grealish, Phil Foden y Bernardo Silva, entre otros, pensando en la revancha con Real Madrid por cuartos de final de la UEFA Champions League. Pero claro, su recambio es Kevin De Bruyne y Jeremy Doku, por ejemplo...
No fue una exhibición del City, al menos hasta los últimos minutos, pero cumplió con su rol a la perfección: asedió, dominó, acorraló y goleó al pobre Luton.
El primero llegó muy rápido, gracias a una carambola, pero buscado por Erling Haaland, quien en una segunda jugada derivada de una ataque propio, sacó una volea que dio en la cara de Daiki Hashioka y se metió en el arco para el 1-0 al minuto de juego. Este comienzo hizo pensar que se iban a ir al descanso con una amplia ventaja, sin embargo, no fue así. El City generó mucho. Thomas Kaminski fue en parte responsable de que el visitante siguiera vivo más tiempo, pero también falló mucho el local para definir.
No obstante, el juego de desgaste que suele y puede hacer un equipo como el de Guardiola ante rivales menores, porque el banco que tiene se lo permite, dio resultado y pasada la hora de juego, Luton cedió y se derrumbó.
A los 64 minutos, el Julián Álvarez sacó corto desde el córner para jugar la pared con Jeremy Doku y tocó hacia atrás, donde el Mateo Kovacic desde la medialuna sacó un bombazo imposible de parar para Thomas Kaminski y poner el 2-0.
El tercero fue para que Haaland "se saque la mufa", con un penal. Y los últimos dos, dos joyitas: la jugada de toda la cancha con gran finalización dentro del área de Doku. Y el bombazo de derecha de Josko Gvardiol al ángulo para cerrar cifras.
La única manchita, que quedó tapada por el 5-1 fue el gol que cedió el City: a los 81, una mala salida desde el fondo, la pérdida de Matheus Nunes ante Ross Barkley. Fue el 3-1. El triunfo nunca corrió peligro, pero dado lo apretada que está la lucha por el título y que la diferencia de gol puede definir al campeón, es un error que el equipo de Guardiola no debería permitirse.
Superado el compromiso de la fecha 32, Manchester City duerme en la cima de la Premier con dos puntos de ventaja y, con los deberes cumplidos, ya pueden enforcarse de lleno en el Real Madrid.