Manchester City se impuso por 3-1 ante West Ham y se quedó con la Premier League 2023/24, logrando un tetracampeonato histórico. Afuera, sus hinchas llamaban la atención festejando el campeonato con bananas inflables, una imagen que no es nueva para los Citizens pero cuya razón es poco conocida. La imagen de la banana está muy vinculada a cuestiones raciales, no solo en Inglaterra sino en el mundo, y numerosos casos de futbolistas a los que les tiraron la fruta o la cáscara lo prueban. El caso del City no es la excepción, aunque tiene una hermosa particularidad: nace de un hincha llamado Frank Newton que decidió llevar una banana inflable a un partido ante Plymouth Argyle en 1987, en la Segunda División Inglesa, como muestra de solidaridad para con los protagonistas que sufrían el racismo. En aquellos años, los insultos y la discriminación eran moneda más corriente que ahora. O, por lo menos, menos condenados. Y el ojo de la tormenta estaba puesto en un futbolista llamado John Barnes, de origen jamaiquino, que había pasado al Liverpool desde Watford y era constantemente atacado con cánticos y cáscaras de banana. La idea se popularizó, los hinchas la replicaron y se ha identificado al City con las bananas inflables desde aquel entonces.