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Lamela y Lo Celso evocan recuerdos de la gloria de los Spurs en la FA Cup con Villa y Ardiles

LONDRES -- ¿Y si José Mourinho es un romántico del fútbol después de todo?

El DT de Tottenham usó sus notas de programa antes del triunfo de su equipo por 2-1 sobre Middlesbrough en un replay de la tercera ronda de la FA Cup para escribir que de adolescente miraba embelesado por televisión cómo el famoso gol de Ricky Villa inspiraba a los Spurs a conquistar el triunfo sobre Coventry City en la final de 1981.

Junto con Ossie Ardiles, Villa fue uno de los dos mediocampistas argentinos de Tottenham que jugaron en Wembley aquel día, y para el primer partido del club en el torneo en el nuevo Tottenham Hotspur Stadium, Mourinho se aseguró de que la tierra de Maradona y Messi estuviera bien representada en el once titular del conjunto local. Giovani Lo Celso y Erik Lamela abrieron juntos por primera vez en el ciclo de Mourinho, marcaron los goles que impulsaron a los Spurs a la cuarta ronda contra Southampton en el primer tiempo, y al hacerlo demostraron que aún podría haber vida sin Harry Kane.

En ausencia de Kane, quien sufrió una lesión en los músculos isquiotibiales y estaría fuera al menos hasta abril, el goleador más prolífico de los Spurs en el partido del martes era Robbie Keane, asistente de Middlesbrough. Sentado junto al DT visitante Jonathan Woodgate, otro ex Spur, Keane tuvo que limitarse a observar cómo Lo Celso y Lamela dejaban a sus actuales empleadores en desventaja a los 15 minutos.

Lo Celso aceptó un regalo de Tomás Mejías a los dos minutos. Robó el pase malo del arquero de Middlesbrough para cortar por adentro de Dael Fry antes de convertir su primer gol desde la primera semana de noviembre. Lamela, quien jugaba de titular bajo la dirección de Mourinho por primera vez tras recuperarse de su lesión en los isquiotibiales, sumó el segundo al quitarle la pelota a Jonny Howson y meterse en el área para convertir con la cara externa del pie izquierdo.

La ausencia de Kane obviamente dejó a Mourinho sin un goleador, pero sin las incursiones del delantero inglés en el mediocampo para conectar el juego, también hay un déficit de creatividad por atender, sobre todo considerando que el deseo de Christian Eriksen de salir del club lo mantiene desmotivado. Lamela y Lo Celso animaron el juego de los Spurs cuando salieron del banco durante la peleada derrota de los Spurs por 1-0 ante Liverpool, puntero de la Premier League, y contra Middlesbrough fueron igualmente impactantes desde el inicio, aprovechando la decisión de Mourinho de descansar a Dele Alli y Son Heung-min.

Junto a Eriksen en una formación de 4-2-3-1 con Lucas Moura en la punta, la dupla argentina ayudó a facilitar las paredes que obligaron a los defensores de Boro a marcar en el bode de su propia meta durante la mayor parte del primer tiempo. Tras un pase de Lamela, Ryan Sessegnon estuvo cerca de convertir con un remate bajo. Con la calculada asistencia de Lo Celso, el lateral derecho de 20 años Japhet Tanganga estuvo a centímetros de convertir su primer gol para Tottenham. Su total combinado de cinco pases claves estuvo a uno de igualar el total del resto del equipo.

"Jugaron muy bien. Ardiles y Villa ciertamente no estarían avergonzados de ellos esta noche", dijo Mourinho cuando le señalaron que Lamela y Lo Celso habían evocado recuerdos de sus ilustres compatriotas. "Estoy contento de decir que coincido. Lamela estuvo afuera mucho tiempo. Venía paso a paso: 10 minutos un partido, 20, media hora [contra] Liverpool, 90 minutos hoy. Lo llevé al límite, pero viene bien. Gio también, paso a paso. Muy, muy bueno contra Liverpool, y nuevamente muy, muy bueno hoy, adaptándose a la realidad del fútbol inglés y su intensidad".

Pero los Spurs no han gozado de muchas tardes sencillas en el incipiente ciclo de Mourinho, y hubo una sensación de déjà vu por la forma en que la vulnerabilidad defensiva del equipo local le dio a Boro la oportunidad de meterse en el partido. Davinson Sánchez tuvo una noche particularmente incómoda bajo la llovizna del norte de Londres, fallando múltiples remates de cabeza y errando pases. Fue el cabezazo malo del central colombiano lo que le permitió al suplente George Saville inyectar un elemento de tensión en el encuentro con un remate relativamente dócil que entró en la esquina inferior derecha del arco de Paulo Gazzaniga a siete minutos del final del encuentro.

Tottenham ha cedido 21 goles y logró mantener su arco en cero una sola vez en los 14 partidos que jugó desde que Mourinho reemplazó a Mauricio Pochettino. Esta fragilidad fue parte del motivo por el que los Spurs pasaron cuatro partidos sin encontrar la victoria en todas las competiciones antes de la visita de Boro, y si Mourinho pretende resucitar la clasificación a la Champions League, es una cuestión que tendrá que resolver con urgencia. La irregularidad y la vulnerabilidad defensiva tampoco son buenos ingredientes para la receta del éxito en la Champions League, donde RB Leipzig los espera en octavos de final. Pero hasta ahora, no ha sido un impedimento para avanzar en la FA Cup.

Como quedó demostrado con el ciclo de Pochettino, la conexión argentina no garantiza la gloria en la FA Cup para los Spurs. Pero es una tradición que a Mourinho le encantaría resucitar.