30 de noviembre de 2019, Anfield celebraba un sufrido y apretado triunfo por 2-1 sobre Brighton, con el doblete de van Dijk, que incluyó la expulsión de Allison, pero sostenía el invicto red en 14 fechas de la Premier League y estiraba la ventaja en la cima 11 puntos sobre Manchester City, que había caído ante Newcastle.
Comenzaba un mes que suele ser clave para definir al campeón inglés y un giro inesperado para el mundo entero...
1° de diciembre de 2019, en la hasta entonces desconocida ciudad de Wuhan, en China, se reportaba un grupo de personas con un tipo de neumonía atípica. Pero China quedaba lejos y el mundo siguió girando y la pelota rodando.
Tres días después, Liverpool se despachó con una victoria sin piedad por 5-2 en el derbi sobre Everton. Y le siguieron 12 triunfos sin parar en la Premier, con el título del Mundial de Clubes en el medio, pero también alguna decepción como la eliminación de la Copa de la Liga con juveniles.
Para mediados de febrero, el sorprendente equipo de Klopp ya era el campeón cantado para todos en Inglaterra, pero algo había empezado a cambiar.
El 30 de enero, la Superliga china, que supo tomar notoriedad por fichar a veteranas figuras de Europa y Sudamérica, tuvo que parar por el avance de la epidemia que ya se había cobrado 170 vidas en ese país.
Las noticias del nuevo virus llamado Coronavirus o COVID-19 todavía se miraban de reojo en Inglaterra, y los primeros planos eran para un Liverpool que comenzaba su peor racha de la temporada en un momento clave. Primero, con la inesperada derrota 1-0 ante Atlético Madrid en el Wanda Metrpolitano, por la ida de octavos de la UEFA Champions League.
Luego, apenas rescató un 3-2 sobre West Ham, tras remontar un 1-2 y el 29 de febrero, llegó lo que parecía que nunca llegaría: el fin del invicto en la Premier. Lo más llamativo, el rival, Watford, un equipo que pelea por no descender, y un contundente 3-0.
Tres días después, otro golpe para los de Klopp: derrota por 2-0 con Chelsea, afuera de la FA Cup y adiós a la ilusión de un triplete histórico.
El 7 de marzo, Salah y Mané levantaron la moral de Liverpool, al dar vuelta un 0-1 ante Bournemouth, un resultado que tomó mayor relevancia, cuando al día siguiente, el City perdió el derbi con el United y dejó a los Reds a sólo seis puntos de su primer título liguero desde que tomó la denominación de Premier League.
Y el sueño del doblete seguía vivo y había que luchar por éste.
11 de marzo fue la fecha que quedará marcada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a aquél virus descubierto en China como pandemia mundial y ese mismo día, cuando la UEFA Europa League y la Champions ya habían sufrido alteraciones (con partidos sin público y postergaciones), Liverpool disputó en un Anfield repleto, con hinchas madrileños incluídos (una locura visto en retrospectiva) su revancha con el Atlético y los de Simeone dejaron al campeón europeo fuera de carrera en tiempo suplementario.
Fue la última vez que Anfield vio acción. El 13 de marzo, la Premier League, una de las pocas ligas de Europa que seguía se vio obligada a parar y, al día de hoy, su continuidad es incierta.
Las tres opciones por el momento son: terminarla, quizás en junio, ya que la Euro fue pasada para 2021. Darla por concluída tal como quedó al 7 de marzo. O simplemente anularla.
Lo ideal, sin dudas, sería que la temporada pueda completarse, sin embargo, nadie puede asegurar en este momento si para junio el mundo tendrá la pandemia controlada, de manera que se pueda jugar al fútbol, aunque sea sin público. Por otro lado, un mes es muy poco tiempo para disputar nueve fechas.
La segunda posibilidad sería proclamar al Liverpool campeón, con más del 75% del campeonato disputado. Seguramente, nadie tendría objeciones con que sería un justo ganador. No sería la forma soñada para los Reds, pero sus 82 puntos, con 25 de ventaja (con un partido más) sobre su inmediato perseguidor Manchester City, son inobjetables.
El gran problema con concluir la temporada en la fecha 29 aparece más abajo. Primero, por las clasificaciones a Europa, dado que 27 puntos podrían cambiar todo en el Top Four, sumada a la sanción que la UEFA le impuso al City, que aún está pendiente de apelación. Y todo esto, sin siquiera considerar qué pasará con las competiciones continentales, que parecen aún más difíciles de reanudar en el contexto de la pandemia, donde cualquier partido que implique viajes de planteles luce imposible en el corto y mediano plazo.
Y segundo, más difícil es aún el panorama con la pelea por no descender. Norwich (21), Aston Villa (25) y Bournemouth (27), son los tres últimos de la tabla que quedó congelada, pero Watford y West Ham también tienen 27 puntos y Brighton apenas dos más. Incluso, si le sumaran los 27 puntos que quedan en disputa al último (algo altamente improbable), llegaría a 48, es decir, lo mismo que Chelsea, que está cuarto.
Por último, queda la opción que más quisieran los del bottom three y que resultaría una verdadera pesadilla para Liverpool (y también el Leeds de Bielsa que lidera la Championship para ascender), que sería que la Premier League 2019/20 quedara anulada y la temporada de ensueño de los Reds nunca llegue a convertirse en una realidad.
¿Cuál es la opción más justa? Aparentemente, ninguna de las tres. Las autoridades del fútbol inglés deberán ser bastante creativas para definir una campaña que, no obstante, ya no será recordada por el primer título de los Reds o la continuidad de su maldición, sino por la pandemia que obligó al mundo a parar la pelota.