Un mes les bastó a Carlo Ancelotti para volver a unir con sus formas paternales, las piezas averiadas con las que arribó James Rodríguez tras la indiferencia de su segundo paso por el Real Madrid.
Con la presión y el tiempo en contra, el colombiano se rebeló contra las voces que lo redujeron a cenizas. Se alistó físicamente, confió en sus condiciones y saltó a la cancha para cumplir con los desafíos del fútbol inglés.
Cinco partidos después, tres goles y 422 minutos repartidos entre la Premier League y la Copa de Liga, James invita a la ilusión en su regreso a la Selección Colombia.
En Everton mostró diferentes facetas de su fútbol. Partió como mediocampista por la derecha. Se movió con libertad para ayudar por la izquierda, acompañar como media punta y hasta sumarse como delantero con gol, una versión que sufrió Brighton.
El liderazgo de Ancelotti y su compromiso lo hicieron posible. Carlos Queiroz recibe al líder de la Selección en un gran momento. Una oportunidad que no puede desperdiciar.